Las hojas secas van ganando terreno en la “Fageda d’en Jordá,
a la Garrotxa”, los caminos están alfombrados con esta vegetación, dejando ir
todas las experiencias vividas, dejando espacio para la nueva creación y esta
es la invitación que nos hace la vida a través de la naturaleza: soltar,
soltar, soltar… todo lo viejo, entrar hacia dentro para observar, sentir y
encontrar los elementos/medios para construir la nueva senda que empezará a
florecer en primavera.
Observar la belleza que emanan de las hojas secas, se rinden
al ciclo vital, se entregan, se funden con la tierra y aceptan la
transformación de ser otra cosa, otra experiencia.
Cuando tomo decisiones por impulso, reacción, reafirmación… ¿las mantengo toda la vida? ¿Las reviso en
algún momento?
En relación con la madre una pregunta que nos ayuda a
conocernos es ¿cómo son mis amigas?
¿Cómo me relaciono? ¿Se parecen a la
relación qué mantuve con mi madre o no? ¿Cómo me relaciono conmigo mismo?
Somos como las muñecas de madera rusas, una dentro de otra y
así vamos conociéndonos, dejando que desaparezcan las capas más duras, ¿dónde se encuentra el personaje de nuestra
madre en esta estructura? ¿Reconocemos su poder? ¿En que situaciones permitimos
que surja?
En esta relación existen muchas respuestas, dependiendo de la
personalidad y la experiencia. Hay la reafirmación, el amor, el odio… y una
gran admiración, ¿qué queremos demostrar
en ser diferentes? ¿Dónde está la
guerra?
En las situaciones en que aumento las reacciones que en
principio no aceptaba, nos habla de nuestra rebeldía en un momento dado que
mantenemos sin darnos cuenta y luego resulta que inconscientemente habíamos
aceptado, reconocida como válida ya que viene de la autoridad: padres, escuela…
¿Qué relación tenemos con la autoridad?
Los miedos los vamos afrontando de diversas maneras a medida
que los vamos reconociendo se hacen mucho más sutiles, ¿cómo nos escondemos ahora? ¿Qué nombre pondría ahora a mi miedo?
La bruja/o en la antigüedad tenía varios significados, un ser
oscuro, alquímico… pero en el fondo de sabiduría, de conocimiento y es aquí
donde aparecen los miedos del entorno en relación al personaje que empiezan a
perseguirla/o y ella ó el construye el patrón de miedo, culpa, escondiéndose.
Aún hoy sigue vigente, aunque hay varios tipos de brujería, una oscura y otra
de luz, otros hablan de blanca y negra
.
Vamos constatando a través de los encuentros la importancia
de las frases, sentencias, creencias que nos van llegando en los primeros años
de vida. Buscarlas, reconocerlas e investigar el valor que siguen teniendo en
estos momentos de vuestra vida; nos dan muchísima comprensión y conocimiento
del personaje que hemos adoptado.
Nos anulamos con tal de recibir afecto, reconocimiento y en
algunos casos sólo respondemos a la demanda de la proyección del otro,
desconectándonos tan profundamente que no sabemos reconocer nuestros deseos,
gustos… nos volvemos transparentes convirtiéndonos en reflejos de la fantasía
creada, nos amoldamos y además nos responsabilizamos de los mensajes
proyectados. Nos creemos responsables de no atender las demandas y nos sentimos
culpables de haber estropeado la obra maestra del niño/niña pequeño que no era
capaz de expresar, pedir, empezar a crear su personalidad distinta.
La única tarea/responsabilidad en esta vida es ser uno mismo
con el fin de aprender y aportar a la humanidad nuestro granito de arena. La
experiencia diferente enriquece a los demás, amplia la conciencia, ¿Qué sentido tendría la vida si todos
fuéramos iguales y viviéramos las mismas experiencias? ¿Cómo podríamos
reconocer las diferencias?
La pregunta ¿Quién soy
Yo? es una llamada a la puerta del Ser para que se manifieste, es decir
estoy dispuesto a recordar quién soy, acepto el juego de la personalidad y
ahora es el momento que quiero reconocer mi esencia. Estoy dispuesta/o abrirme
incondicionalmente a lo que es
.
No sé adónde me ha conducido este proceso de conocimiento
propio, pero si sé adónde voy, a dónde me dirijo; estoy en el camino andando
hacia adelante y tomando conciencia de las piedras, obstáculos. A veces la
mente es como un pájaro en vuelo, remontándose dentro de… Otras veces, surgen
el conflicto y el embotamiento y el letargo. Pero he comprendido esto: QUE ES
NECESARIO SER COMPASIVO CON UNO MISMO, no complaciente, sino dejar que las
cosas sean y observar, porque, como dice un filósofo chino Chang Tsu: “Es inútil tratar de detener un eco, gritándole.”
Me acuerdo de haber leído una vez un relato zen que produjo
un impacto inmediato en mí. Un monje zen cayó por la ventana en la oscuridad y
logró asirse apenas con los dedos, en el antepecho. Por horas permaneció allí
imaginando la caída y experimentando todas las torturas concebibles.
Finalmente, no pudo sostenerse más y desesperado se soltó; cayó seis pulgadas.
El Zen incita a buscar dentro de uno la naturaleza iluminada
y descubrir nuestro rostro original, aquel que ya era antes de haber nacido. Es
el propio esfuerzo el que se constituye en herramienta única para el
descubrimiento de la propia naturaleza búdica. La clave aquí es el Zazen, el
sentarse en meditación, para tomar conciencia de lo efímero de toda existencia
condicionada, del carácter compuesto de toda realidad mundana, incluida nuestra
idea de yo.
Los fines del zazen son tres: 1) El desarrollo del poder de
concentración, 2) El despertar del satori y 3) La actualización de la
naturaleza esencia en nuestra vida diaria
.
¿Recordáis qué es el Koan? Son frases paradójicas, a modo de
acertijos que el maestro propone al discípulo y con los que tiene que convivir
durante largo tiempo, intentando encontrar la respuesta. Una respuesta que no
es de carácter lógico-racional, pues justamente se trata de llevar la mente
racional ante el absurdo y, golpeada por el sin-sentido y la ausencia de
cualquier lógica, se verá ante la necesidad de dar un salto más allá de sí
misma hasta vislumbrar la naturaleza búdica, qué es la mente-del-Buddha o la
no-mente.
En el Zendo Betania, la Miscelanea consta de cien koans, el
primero y para mi el más importante es MU: Un monje preguntó a Joshu: “¿Un perro tiene la naturaleza de buda?” Joshu
contestó: “MU”. Tiene mucha fuerza, creo que lo practicamos en otros
encuentros y si queréis os invito a practicarlo de nuevo.
La
comprensión requiere conocimiento de uno mismo; aprender acerca de uno mismo es
algo que jamás termina, y la belleza y grandeza de ello son infinitas. Pero el
conocerse uno a sí mismo es de instante en instante, sólo se encuentra en el
presente activo; no tiene continuidad como el conocimiento.
J. Krishnamurti
Meditación: ZAZEN