Bienvenid@

Núria Argany te ofrece la posibilidad de conectar con tu esencia, lo que verdaderamente eres, haciéndote consciente de tu personaje, reconociendo tus proyecciones y resistencias a través de técnicas-terapias corporales, psicológicas y energéticas, recobrando el equilibrio, la armonía y la paz interior.

Núria Argany se ha formado a través de:

Seitai, Meditación Zen, Psicología, Terapias Naturales y Energéticas, Preparación al Parto Consciente, Ito-Termi, Sueños, Oligoelementos, Dietética, Formas-Pensamientos, Regresiones, RMF-Balacing, Tachyon, Ataraxia, Curación Cuántica, y Reconnective Healing.



jueves, 3 de diciembre de 2015

El Tao, el Camino...




El TAO, es el camino donde se manifiesta la dualidad de la vida, sol-luna, ying-yang, luz-sombra… formando un círculo que lo incluye todo. Que hermosa es la imagen que refleja la esencia del andar por la vida, incluyendo ambas partes; todo es armonía, fluir, belleza y gozo.

La materia es dual para darnos la oportunidad del aprendizaje e invitarnos a investigar y encontrar el complemento que no vemos para cerrar el círculo de la unidad. Todo en la vida de la materia crea unos símbolos/imágenes que nos indican la dirección adecuada para ir descubriendo la esencia de la vida. Las formas tienen una simbología que nos lleva más allá de la primera forma y así nos vamos descubriendo, encontrando y esto es la magia del viaje, del camino o el tao.

El otro día dije “nos ofrecemos en sacrificio” ¿Habéis investigado el significado de la frase dentro del contexto del amor? ¿Qué significado tiene para vosotros?

Todas las experiencias en nuestra vida tienen una finalidad, darse cuenta, tomar conciencia de los motivos que nos han llevado a vivirla. Los síntomas físicos son más de lo mismo ¿De qué nos hablan o sugieren? Todo nos lleva a descubrir quién soy, qué he decidido aprender y nos lleva sobre todo a confiar en nosotros mismos, respetarnos, amarnos, reconociéndonos en todos nuestros cuerpos y manifestaciones para llegar a la total conciencia de nuestro Ser.


Antes de que sepamos nada más, lo primero que conocemos es la existencia de nuestro propio ser. Él se reconoce a sí mismo. Es decir, la presencia consciente que de manera íntima y directa sabemos que somos, sabe que es consciente y que está presente. YO es el nombre que le damos a este mero saber que nuestro ser está ahí. De hecho, este reconocimiento de nuestro propio ser es tan simple y evidente y, sobre todo, tan aparentemente poco significativo que normalmente se pasa por alto. Este olvido de nuestro ser más íntimo, aunque parezca intrascendente, da lugar a casi todos nuestros pensamientos, sentimientos, actividades y relaciones, y pasa a ser el origen de toda infelicidad.

 Rupert Spira – Presencia, El arte de la paz y la felicidad –


Ejercicio de Concentración y Meditación Presencia.