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Núria Argany te ofrece la posibilidad de conectar con tu esencia, lo que verdaderamente eres, haciéndote consciente de tu personaje, reconociendo tus proyecciones y resistencias a través de técnicas-terapias corporales, psicológicas y energéticas, recobrando el equilibrio, la armonía y la paz interior.

Núria Argany se ha formado a través de:

Seitai, Meditación Zen, Psicología, Terapias Naturales y Energéticas, Preparación al Parto Consciente, Ito-Termi, Sueños, Oligoelementos, Dietética, Formas-Pensamientos, Regresiones, RMF-Balacing, Tachyon, Ataraxia, Curación Cuántica, y Reconnective Healing.



domingo, 22 de noviembre de 2015

Una Nueva Ilusión





¿Cuál es la protagonista de lo que nos queda de vida? ¿Dónde están nuestros proyectos en esta

¿ESTAMOS VIVOS? ¿QUÉ ES LA VIDA PARA MÍ?



La vida es la oportunidad de disfrutar instante a instante de cada una de las energías que se manifiestan: sentirlas, gozarlas, aprender a soltar el pasado y en el instante presente ser uno con cada uno de  los elementos. Ampliar la mirada… no solo hacia afuera sino también hacia dentro. REIR, REIR Y REIR SIN DEJAR DE GOZAR DE LA VIDA.

 Practicando el silencio nos acercamos a nuestra esencia, hemos de aprender a respetarla, a sentirla como lo que es, el motor que se manifiesta en nuestro cuerpo ya que sin ella nuestra vida no existiría. Procurar guardar el aroma de su proximidad en el mayor tiempo posible, como el regalo que representa sentir su vibración, estar por unos instantes cerca de ella. Vivir dentro de uno mismo, SER.

La vida es sagrada, así como toda su manifestación, nos olvidamos de su gran magnificencia y damos por hecho su existencia sin reconocerla, sin amarla incondicionalmente y entregarnos a su danza, no somos conscientes que estamos vivos gracias a la vida. ¿Qué es la vida? La vida es todo, la vida es Dios y la Vida eres tú, ¿Comprendes el sentido sagrado de la Vida que eres tú?

Vamos a reflexionar sobre los síntomas que aparecen en el cuerpo. Cuando comprendemos que los síntomas físicos o la enfermedad es un regalo para que podamos equilibrar nuestro SER, se apaciguan las miradas, las angustias y los miedos.

El cuerpo físico no es la causa, por sí mismo, no puede hacer nada, la vida que lo mantiene viene del alma, del espíritu. El cuerpo es un reflejo de lo que sucede en el interior de nuestro verdadero ser.

El cuerpo siempre busca la armonía, el equilibrio porque es su estado natural. Solo es el mensajero de aquello que no hemos tomado conciencia. ¿Quién nos priva de ver? ¿De darnos cuenta?: El ego, ¿Qué es el ego? El ego es la totalidad de nuestros recuerdos que habiendo adquirido demasiada importancia con el paso de los años, terminan por volverse lo suficientemente poderosos como para invadir nuestra individualidad. Amplio: La manera en que percibiste un acontecimiento condicionó el registro en tu memoria.

De este recuerdo sacaste una conclusión que se convirtió en una creencia que busca evitarte un sufrimiento si el acontecimiento fue desafortunado, o repetirlo si el suceso fue motivo de dicha.

Es importante que seamos conscientes de que cuando creíste en algo fue porque estabas convencido de que esa creencia te ayudaría a ser más feliz. Desafortunadamente la gran mayoría de las creencias acumuladas desde tu infancia ya no son útiles, como ya habéis comprendido y experimentado.

El ego está constituido por cientos de creencias de las cuales es bueno ser consciente o de lo contrario nos impedirán realizar nuestros deseos. Y éstos son esenciales para ayudarnos a manifestar nuestro YO SOY. Esta es la razón principal de todos nuestros malestares: el enorme poder de nuestro ego.

De hecho, cuando dejamos que dirija nuestra vida, nos impide ser lo que debemos ser, y muchos de nuestros deseos se bloquean, y al final repercute en la parte física del cuerpo que sería necesaria para manifestar o realizar tales deseos.

Cuando aparece un síntoma, malestar que te parezcan solamente “físicos” no te dejes influir otra vez por tu ego que requiere a toda costa que le eches la culpa a un factor externo.

La razón por la cual el ego rechaza la responsabilidad es que la creencia (una parte del ego) causante del dolor de cabeza, la indigestión, el constipado… está convencida de tener la razón y no quiere ser descubierta y en el caso de que tomaras conciencia el ego desaparecería.

EL MENSAJE DE TODO MALESTAR ES QUE TE DICE QUE TE AMES. Al amarnos dejamos que sea nuestro corazón quien dirija nuestra vida, no nuestro ego.

Amarnos significa concedernos el derecho a vivir nuestras experiencias, y amar a los demás es concederles el derecho de vivir sus propias experiencias. Esto significa darte el derecho de ser humano, con tus miedos, tus creencias, tus límites, tus fuerzas, tus debilidades, tus deseos y tus aspiraciones; en fin, darte el derecho de ser como eres ahora. Y todo esto se debe hacer sin juicios morales de bueno o malo, correcto o incorrecto, viviéndolo solamente como una experiencia, con el conocimiento de que siempre habrá consecuencias, agradables o no, resultantes de las decisiones tomadas.

Recuerda que cuando descubres la actitud mental que te bloquea, debes pasar a la aceptación incondicional de lo que eres. No basta con comprender o aceptar una situación exterior o aceptar a otra persona, LO MAS IMPORTANTE ES LA ACEPTACIÓN DE UNO MISMO, es decir… PERDONARNOS.

Alguien comentaba la dualidad de hacerse cargo de las personas agresivas, como su madre, y enfadarse consigo misma. ¿Qué nos sugiere esta situación?  En primer lugar el miedo a ser uno mismo, a manifestarse y por otro conseguir el máster de la manipulación, tanto siendo manipulada como ejercer la manipulación con los demás ¿Somos conscientes de este juego? Nos quejamos, vamos de víctimas y seguimos manipulando. ¿Por qué quiero hacerme cargo de las personas que me maltratan? ¿Qué quiero demostrar? ¿Voy de santísima y buenísima? ¿A qué precio? ¿Soy consciente del enorme coste que estoy pagando? ¿Prefiero no vivir? ¿Antes morir que ser? Atrévete a tomar decisiones, soltar la tristeza, la rabia, pon limites y decídete a disfrutar de la vida.

Cuando aparecen dudas, comentarios como es difícil, los otros lo saben hacer muy bien, etc… son manifestaciones del ego y sigo en mi papel de víctima. Esto duele y generalmente no se acepta porque una cree que  lo que ocurre es que una es una persona muy buena. ¿Qué quiere decir buena? ¿Por qué no me atrevo a ser yo y a confiar en el otro? ¿Por qué sigo estando en guerra? ¿No te cansas? ¿No te das cuenta a quién enredas es a ti misma? Los demás son simples espectadores de tu actuación.

Hay un libro muy interesante que he recomendado hasta la saciedad que se llama El Acoso Moral de Maria France Hirigoyen. Lo he comprado y dejado tantas veces que la última vez decidí no hacerlo de nuevo, imagino que igual está en Internet. Os lo recomiendo; todas las mujeres hemos sido maltratadas en un momento u otro de nuestra vida, vale la pena ser conscientes y reconocerlo ya que de lo contrario sin darnos cuenta en algún momento cambiamos los papeles y pasamos a maltratar.

En el momento en que hemos incorporado en nuestra vida un patrón en el cual conseguimos poder, nos resulta difícil abandonarlo. La manera de conseguir algún cambio es topar con un límite fuerte que nos obligue a recapacitar, es decir, que nos venga una invitación desde el exterior que nos haga tambalear nuestra manera de funcionar y de alguien que sea importante, al cual amamos y respetamos. Cuando se ha tomado la decisión es importante mantenerse y comprender que así estamos ayudando al otro a darse cuenta, a tomar conciencia, si volvemos atrás perdemos toda fuerza y entonces sí que va ser muy difícil poder cambiar la situación. ¿Comprendéis?
 
¿Cuándo es extrema la situación? Cuando siento miedo, este es el límite, el que me avisa de que algo no va bien, me siento en peligro, amenazada. El otro ha invadido mi espacio de seguridad, el miedo en principio siempre nos protege, es supervivencia y también el síntoma de alerta.

“Siempre que anhelamos la paz, es de hecho la paz de nuestra verdadera naturaleza la que estamos anhelando, aunque a veces confundimos la paz de nuestra verdadera naturaleza con un estado pacifico de la mente, del cuerpo o el mundo.”
                                                          Rupert Spira – Presencia –

Meditación: Transmutación.





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