El cuerpo es el reflejo del alma. Sus síntomas son sus
llamadas de atención para ayudarnos a darnos cuenta en donde nos encontramos.
Recordáis la pregunta ¿Qué desea mi
alma? ¿Qué mensajes me envía? ¿Estamos en comunicación con ella?
Reflexionad unos instantes…
Siguiendo con las investigaciones del último encuentro:
Cuando un número suficiente de seres se ponga en marcha esta
transformación radical de sus comportamientos reactivos, entonces la sociedad
podrá finalmente convertirse en lo que es llamada a ser: un oasis de luz en el
que cada uno podrá ejercer su creatividad y compartirla.
Por lo tanto, el Amor incondicional no quiere decir agradar
incondicionalmente y tener actitudes respetables ante los demás, sino agradarnos
incondicionalmente y respetarnos sin reservas.
Para que nuestra balanza esté en equilibrio, necesitamos
mirarla y sacar tiempo para nosotros.
¿Cuánto tiempo dedicamos por puro amor
hacia nosotros mismos y para nuestro equilibrio?
Podemos posponer eternamente esta demanda urgente de nuestro
niño interior que se ahoga soportando el estrés de nuestras acciones para los
otros. Nos volvemos a preguntar esto, ¿no
tenemos este poco respeto hacia nosotros mismos para dedicar, aunque solo sea
una hora de nuestro precioso tiempo, exclusivamente para nosotros y para estar
con nosotros mismos?
El Amor incondicional comienza ahí, por actos tan simples
como el concedernos un poco de tiempo para nosotros.
Si cada hombre dedicara aunque no fuesen más que unas pocas
horas para aprender a ser y parar de pensar y hacer, no nos podemos imaginar el
efecto que ello tendría sobre la colectividad.
Entonces, si verdaderamente deseamos ver realizada al fin
nuestra edad de oro, en nosotros y a nuestro alrededor, hemos de empezar por
reorganizar nuestra vida para concedernos tiempo suficiente para encontrarnos
en la paz de nuestro Corazón. Este es el primer acto de amor que nos podemos
ofrecer, y en consecuencia ofreced a la Tierra.
El amor incondicional es simplemente el regreso a nuestra
autonomía. No creáis que nada, ni aún menos la mente, nos pueda impedir tomar
esta elección. Una vez más, somos los únicos en decidir cualquier cosa para
nuestra vida, y es necesario tener verdadera conciencia de ello.
Al volver a encontrar esa libertad de elección abandonamos
cualquier actitud de víctima, y si la víctima aparece en la superficie de
nuestra conciencia con sus lamentos y sus malestares, aprovechemos su presencia
para aumentar la dosis de amor hacia esa parte de nosotros mismos, puesto que ¿quién a parte de ella tiene más necesidad
de nuestro reconocimiento, de nuestro apoyo y de nuestra benevolencia?
Amarse no significa en absoluto rechazar algo, y menos una
parte de nosotros mismos. Así que aprovechemos cada instante de “debilidad”
para convertirlo en una fuerza, pues si en el momento que “caemos” permanecemos
atentos y emprendemos el gesto de levantarnos, veremos muy rápidamente cómo
nuestras caídas disminuyen y pierden intensidad. Estaremos siempre aquí
presentes para nosotros, para volvernos a levantar y para darnos todo aquello
que realmente necesitamos.
Entonces ya no necesitaremos más ir a buscar aquello que
parece que tanto nos falta por todas partes fuera de nosotros.
El amor se basta a sí mismo. Esto no es una máxima sino una
maravillosa realidad que podremos experimentar en cuanto hayamos elegido
amarnos.
¿Ya nos ha ocurrido
estar enamorados de nosotros mismos?
Éste debería ser nuestro estado permanente, ya que al estar
enamorados de verdad de nosotros mismos también estamos enamorados de la
totalidad de la vida, y ya sabemos que cuando estamos enamorados la vida entera
toma de repente otro brillo muy distinto.
Por tanto, el amor incondicional es este estado de enamoramiento
de nosotros mismos, sin condiciones, tal como somos. No hemos de pensar: “esto
es muy difícil”, porque no le permitiríamos a esta conciencia volver a salir a
la superficie, mientras que todo nuestro ser sólo espera esto.
Cuando no amamos, perdemos energía, cuando estamos enamorados
la ganamos en abundancia. Es tan simple como esto. Así pues, no compliquemos
nada. Contentémonos con tomar la decisión de estar enamorados de nosotros
mismos y mirar lo que ocurre.
Voy a indicaros ahora algunas frases en las que podéis
fijaros, haced una cada día y ofreceros esta actitud sin condiciones.
No olvidemos que el “pensamiento positivo” no sirve de nada
si nos limitamos a repetirlo sin vivirlo. Así, si una frase os parece muy
alejada de vuestra experiencia actual, será preferible utilizar palabras que la
hagan más accesible a vuestro sistema de pensamiento.
Para esto, os propongo hacernos amigos de nuestra mente y no
querer convencerla a toda costa de nuestras nuevas decisiones. Si para ella una
frase es imposible, decidle: “De acuerdo, ¿puedes
imaginar que esto llegue poco a poco en tu vida, a un ritmo aceptable para ti?”
Así, si una frase nos parece inaccesible aquí y ahora,
ponemos estas palabras delante de la frase y esto nos ayudará a habituarnos a
ella:
Acepto poco a poco dejar entrar esta actitud en mi vida…
- -
Ahora,
me siento totalmente libre de ser quien soy, tal como soy. Así dejo al otro
libre, tal como es.
.
-
-Ahora,
amo todas las partes de mi mismo.
-
-Ahora,
me siento verdaderamente feliz de ser quien soy, tal como soy.
- -
Ahora,
estoy verdaderamente enamorado de mí.
- -
Ahora,
elijo darme placer sin condiciones.
- -
Ahora,
me amo tal como soy y amo al otro tal como es.
- -
Ahora,
deposito mi paz sobre cualquier reacción y permanezco en el amor que recibo y
que doy en abundancia.
El amor es sencillo, si nos fijamos en los pájaros, podemos observarlos todos los días, no somos diferentes de ellos, sólo pensamos un poco más. Así pues, si nos permitimos detener, aunque sólo sea por unos momentos, nuestra película mental, e imitamos a estos pequeños pájaros; siendo como ellos, libres, alegres; haciendo lo que tengamos ganas de hacer, en cada instante, es tan simple… fijarnos de lo que es sencillo pues la simplicidad nos devolverá siempre a nuestro corazón.
El Amor hacia nosotros está aquí, totalmente disponible en nosotros. ¿Hemos elegido acogerlo ahora?
¿Recordáis la Meditación del Amor que hicimos hace unos días del Maestro El Morya?
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IluminaciÓn
Poema publicado el 10 de Noviembre de 2008
Poema publicado el 10 de Noviembre de 2008
Cómo podría
aquí cuando la tarde baja
con fina piel de leopardo hacia
tu demorado cuerpo
no ver tu transparencia.
con fina piel de leopardo hacia
tu demorado cuerpo
no ver tu transparencia.
Enciende
sobre el aire
mortal que nos rodea
tu luminosa sombra.
En lo recóndito
te das sin terminar de darte y quedo
encendido de ti como respuesta
engendrada de ti desde mi centro.
mortal que nos rodea
tu luminosa sombra.
En lo recóndito
te das sin terminar de darte y quedo
encendido de ti como respuesta
engendrada de ti desde mi centro.
dónde terminan, dime, las fronteras
y en qué extremo
de tu respiración o tu materia
no me respiro dentro de tu aliento.
Que tus manos me hagan para siempre,
que las mías te hagan para siempre
y pueda el tenue
soplo de un dios hacer volar
al pajarillo de arcilla para siempre.
Ejercicio de Centramiento y Meditación.
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