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Núria Argany te ofrece la posibilidad de conectar con tu esencia, lo que verdaderamente eres, haciéndote consciente de tu personaje, reconociendo tus proyecciones y resistencias a través de técnicas-terapias corporales, psicológicas y energéticas, recobrando el equilibrio, la armonía y la paz interior.

Núria Argany se ha formado a través de:

Seitai, Meditación Zen, Psicología, Terapias Naturales y Energéticas, Preparación al Parto Consciente, Ito-Termi, Sueños, Oligoelementos, Dietética, Formas-Pensamientos, Regresiones, RMF-Balacing, Tachyon, Ataraxia, Curación Cuántica, y Reconnective Healing.



martes, 24 de octubre de 2017

¿Queremos exponernos a lo desconocido?



¿Queremos exponernos a lo desconocido?

Ésa es la pregunta fundamental. Nadie quiere exponerse a lo desconocido. Queremos aferrarnos, adherirnos a lo conocido. Queremos aferrarnos no sólo al concepto del hinduismo o del cristianismo, al ser catalán o español, sino que queremos también aferrarnos a nuestras preferencias, a nuestros juicios y evaluaciones. Tenemos que ser cada vez más livianos, despojarnos del peso injustificado si queremos escalar la cima de la montaña. Del mismo modo, deberán ser dejadas atrás las adquisiciones del ego. Todas las relaciones creadas por la sociedad para conveniencia de la vida colectiva no son la realidad.

¿Queremos estar desnudos, descubiertos ante lo desconocido y decir que no somos nada?

En la austeridad de esa desnudez, que es inocencia, que es humildad, empieza el viaje hacia el más allá.

Tal vez nos complazcan muchas experiencias trascendentales, pero eso no tiene nada que ver con la espiritualidad. Y también dista mucho de lo que llamamos meditación. Quizás descubramos en el estado de meditación que, como ente, aislado de la  vida universal, no existimos para nada. Este concepto de “mi”, el concepto del ego como un ente individual, independiente de la vida universal y aislada de ésta, puede ser un mito.

Es estar completamente libre. ¿Y quién quiere la libertad en este mundo? Todo el mundo se siente seguro en el mecanismo de defensa creado por el ego. Queremos estar seguros en esa cárcel, y a veces abrimos una ventana para averiguar cuáles son las otras cárceles. La libertad es algo peligrosísimo. Somos vulnerables a la vida.

¡Son tantas las salvaguardas que hemos creado alrededor de nosotros! Tememos vivir.

La meditación es vivir expuesto a todos los momentos de la vida, sin mecanismo de defensa alguno.

Todo lo que la mente ha creado tendrá que dejarse de lado. No hay nadie que experimente. No hay normas y valores que juzgar. No hay ego para comparar, para reconocer experiencias.

Desconocemos el simple hecho de la observación; observar con una mirada inocente hacia todo. No podemos mirar nada sin que nos guste o nos disguste.

Quizás si nos permitimos estar cerca del mar, de pie, en la playa, y si el ego y los deseos del ego no nos consumen, la inmensidad del océano puede tener sobre nosotros un efecto asombroso. Durante una fracción de segundo, la mente cesa de funcionar.

El arte de la simple observación es mirar una cosa, no para derivar de ella gozo o dolor, no para adquirirla o poseerla, no para renegar de ella, sino para derivar de ella la alegría de estar en comunión con la vida circundante y con la vida en lo interior. Si practicamos asiduamente, descubriremos cómo el observador y lo observado se funden en el proceso de observar. No queda la dualidad de observador y observado; sólo queda el acto de observar, en movimiento dinámico. Todos podemos tener esta experiencia, y todos podemos llegar a ese hermoso estado de silencio, paz y libertad completa.


¿Sabes quién eres ahora en este instante?

No pienses en razonamientos, conéctate con tu corazón, con tu Ser… SIENTE Y RESPÓNDETE.

La propuesta es la de entrar en el silencio profundo sin objeto para escapar de la manipulación del ego.

Nos es vitalmente necesario ver que funcionando a través de la estructura psicológica, que es un mecanismo de defensa del ego, nunca podremos ser una persona espiritual. Tal vez acudamos a un templo, recemos, hagamos plegarias, repitamos ciertas palabras…; todo lo que hacemos fortalece al ego. Creará nuevas fronteras para la mente o la consciencia.

La libertad, la liberación, el nirvana, el satori, la iluminación, la meditación, cualquiera que sea el nombre que nos guste, NO ES A TRAVÉS DE LA MENTE. No podemos llegar a la libertad mediante un acto de la voluntad ni mediante acción mental alguna.

Llegamos a la libertad cuando pensamientos y emociones se calman, cuando dejan de controlarnos y nos permiten entonces captar la esencia.


         Silencio…                          
       

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