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Núria Argany te ofrece la posibilidad de conectar con tu esencia, lo que verdaderamente eres, haciéndote consciente de tu personaje, reconociendo tus proyecciones y resistencias a través de técnicas-terapias corporales, psicológicas y energéticas, recobrando el equilibrio, la armonía y la paz interior.

Núria Argany se ha formado a través de:

Seitai, Meditación Zen, Psicología, Terapias Naturales y Energéticas, Preparación al Parto Consciente, Ito-Termi, Sueños, Oligoelementos, Dietética, Formas-Pensamientos, Regresiones, RMF-Balacing, Tachyon, Ataraxia, Curación Cuántica, y Reconnective Healing.



jueves, 7 de diciembre de 2017

Para volver a encontrar el Amor y la Paz interior en cualquier situación




Volver a centrarse y Respetarse a sí mismo

He aquí algunos ejercicios muy simples para volver a encontrar nuestra paz interior en todo momento.

La paz siempre está aquí, como el sol o el cielo azul, sólo está oculta por nuestros esfuerzos, nuestras resistencias, nuestras múltiples ideas o nuestros juicios. En cuanto abandonemos todo esfuerzo, toda idea, todo juicio sobre lo que es, sobre lo que se presenta, volvemos a nuestro estado natural de paz, de serenidad, de dignidad de Ser Humano.

Entonces, en cualquier situación en la que nos sintamos descentrados, invadidos por unas emociones o por un estrés mental, nos contentaremos con volver nuestra mirada hacia nuestro interior, cerraremos durante algunos instantes las puertas al mundo y respiraremos profundamente imaginando que estamos unidos con el cielo, con el Padre, luego respiraremos profundamente imaginando que estamos unidos con la Tierra, con la Madre. Finalmente, tomaremos una tercera respiración consciente y dejaremos crecer desde el centro más profundo de nuestro corazón nuestra emanación de Amor, Afirmaremos entonces en silencio:

Acepto lo que es, estoy aquí, estoy en paz y me respeto”.

Estas tres respiraciones nos devuelven simplemente hacia nuestro interior, hacia nosotros mismos, cuando nos hemos extraviado en el mundo. Podemos practicarlo de “incógnito” en  cualquier sitio, en cualquier momento y en cualquier circunstancia.

Nos respetamos a partir del momento que estamos en contacto con nuestro interior, cuando podemos sentir lo que nadie más que nosotros puede sentir en ese preciso instante, y permaneciendo fieles a ello sea lo que sea lo que los demás sientan o piensen. Nos respetamos cuando aceptamos que los demás puedan ser diferentes y que tienen derecho a ello igual que nosotros.

Sea cual sea nuestra verdad del momento, somos nosotros los que la vivimos. Así, aunque tengamos la sensación de que nos equivocamos, aunque no seamos tal como los demás quisieran vernos, nos preguntamos, ¿qué es lo más importante? ¿Dejarnos descentrar, faltarnos al respeto y por tanto hacer inevitablemente lo mismo con los demás, o bien ejercer ese regreso “al hogar”, a vosotros mismos, y re-aprender lo que significa estar en nuestra naturaleza esencial de Amor?

El Amor es el simple respeto de todo lo que es.

¿Qué significa esto para nosotros? Meditemos unos momentos en silencio.



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