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Núria Argany te ofrece la posibilidad de conectar con tu esencia, lo que verdaderamente eres, haciéndote consciente de tu personaje, reconociendo tus proyecciones y resistencias a través de técnicas-terapias corporales, psicológicas y energéticas, recobrando el equilibrio, la armonía y la paz interior.

Núria Argany se ha formado a través de:

Seitai, Meditación Zen, Psicología, Terapias Naturales y Energéticas, Preparación al Parto Consciente, Ito-Termi, Sueños, Oligoelementos, Dietética, Formas-Pensamientos, Regresiones, RMF-Balacing, Tachyon, Ataraxia, Curación Cuántica, y Reconnective Healing.



viernes, 14 de diciembre de 2018

¿Es dueño el ser humano de sí mismo?





 
Daniel Kahneman en su obra “Pensar rápido, pensar despacio”, en la que nos describe los automatismos cognitivos que generalmente rigen nuestra forma de vivir sin que seamos apenas conscientes de ello –lo que bautizó en dicha obra como “Sistema 1”, que tiene “habilidades como la de interpretar y entender matices en situaciones sociales”, y que ése “conocimiento (absorbido desde la infancia) es almacenado en la memoria y se a él sin intención ni esfuerzo”-. Dependiendo de la situación en la que se encuentra un individuo, e igualmente de su estado anímico, actuará de una forma u otra siempre –o casi siempre- siguiendo el dictado de los automatismos cognitivos que integran lo que podemos llamar la personalidad de un sujeto. Este hecho nos indica que el ser humano actúa, piensa y se emociona a través de los estímulos externos, estando sujeto a dichos acicates para moverse por la vida. No somos dueños de nosotros mismos, actuamos muchas veces sin pensar; las emociones negativas condicionan nuestros procesos cognitivos y nuestros actos, sin que tengamos en cuenta si dichas emociones son producto de traumas o de una pobre educación emocional que nos ayuda a reconocer cuándo somos nosotros conscientes y cuándo surgen los automatismos que funcionan independientemente de nuestra conciencia.
 
Boris Mourvieff, en su obra Gnosis, nos describe la interioridad del ser humano con una clara analogía:

“(…) El hombre está tan atrapado en el engranaje de la vida mecanizada que no le queda tiempo para hacer alto ni el poder de atención necesario para dirigir hacia sí mismo su mirada mental. El hombre pasa sus días absorbido por las circunstancias. La inmensa máquina que lo arrastra gira sin cesar y le impide detenerse, a riesgo de ser destrozado. Hoy como ayer y mañana como hoy, se agota el hombre en esa carrera desenfrenada, lanzado en una dirección que, en definitiva, no lo conduce a ninguna parte. La vida pasa casi desapercibida, rápida como un trazo de luz, después, siempre ausente de sí mismo, cae, devorado (…) todo cambia en nosotros y a cada instante. Basta el menor choque exterior –agradable o desagradable, feliz o desgraciado- para que nuestro contenido interior tome un nuevo aspecto. (…) en realidad no vive en nosotros un hombre único sino varios, cada uno con sus propios gustos, sus aspiraciones propias y persiguiendo sus propios fines. De pronto descubrimos en nosotros un mundo lleno de vida y de colores que hasta ayer ignorábamos casi por completo.

“De continuar la experiencia, pronto distinguiremos tres corrientes en esa vida en perpetuo movimiento: la de la vida, por así decir vegetal, de los instintos; la de la vida animal de los sentimientos y, finalmente, la corriente de la vida propiamente humana, caracterizada por el pensamiento y la palabra. Algo así como si en nosotros existiesen tres personas. Pero donde todo está entremezclado de una extraña manera.

Podemos apreciar entonces el valor de la introspección cómo método de trabajo práctico que permite conocerse y entrar en sí mismo. A medida que progresamos nos damos más y más cuenta de la real situación en que nos encontramos. En definitiva, el contenido interior del hombre es análogo a un recipiente lleno de limaduras en estado de mezcla por acción mecánica, de modo tal que cualquier choque sufrido por el recipiente provocará un desplazamiento de las partículas de limadura. Es así como la vida real escapa al ser humano, a causa de ese cambio permanente de su vida interior.”

Recordemos que estos automatismos o partículas de limadura son aspectos de la vida humana que fueron asimilados por uno mismo en el pasado, y que generalmente provienen de la estructura de la psicopática sociedad en la que vivimos. Llevamos dentro al monstruo del sistema patócrata, y por lo tanto somos parte de él.

Definición de Pantocracia:

Un sistema de gobierno creado por una pequeña minoría patológica que toma el control de una sociedad de personas normales (extraído de La Ponerologia Política: una ciencia de la naturaleza del mal ajustada a propósitos políticos de Andrze Lobaczewski).


         
 Moviendo el cuerpo y Meditación

            

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