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“Desbautizar el mundo,
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Sacrificar el nombre de las cosas
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Para ganar su presencia”.
Roberto Juarroz
Sólo en el silencio profundo, pura ausencia de memoria, palabra
y pensamiento; en el instante presente, emerge “lo que es”, pura Presencia.
Os habéis planteado en algún momento ¿Qué es para vosotros amar? ¿A quién amáis? ¿Cómo se manifiesta ese
amor? ¿Amáis de palabra, pensamiento ó de acción? Y si es así ¿Cómo lo
mostráis?
Os propongo hacer una lista de las personas que son
importantes en vuestra vida, que creéis que amáis, como lo manifestáis y qué
sentís. ¿Cómo es la relación con estas
personas? Y lo más importante ¿Cómo es la relación con vosotros mismos?
Al ir trabajando el personaje o mejor dicho el ir
descubriéndolo por medio del sentir y las acciones automáticas nos vamos dando
cuenta de quienes somos ó cuál es el papel que estamos interpretando con el fin
de experimentar en la materia lo que queríamos aprender. Una vez reconocemos a
nuestro personaje y hacemos conciencia de nuestra estructura de personalidad es
el momento preciso para empezar a desmontarlo con el fin saber quiénes somos
y reconocer nuestra realidad esencial.
Los trabajos de investigación que realizamos de la rabia, la
culpa, las proyecciones desviadas hacia los demás para olvidarnos de nosotros
mismos, también el hecho de hacer
cronología en lugar de sentir y compararnos con lo que creíamos que éramos o
vivíamos, es otra forma de no querer mirar, porque nos duele reconocernos y
sentir el enorme enfado/rabia, culpables por habernos equivocado, etc. que
habita en nuestro interior. Cuando, en realidad, esta emoción, la que se
presente, una vez aceptada, canalizándola adecuadamente nos abre las puertas al
cambio tan anhelado y sobre todo nos libera de la tensión acumulada que es una
posible bomba de relojería en cualquier oportunidad que se presente. Hay un
momento que no podemos aguantar más y entonces estallamos/petamos, generalmente
en la situación menos oportuno y con la persona menos adecuada.
Cuanto me enfado o siento cualquier otra emoción que me
provoca una situación o una persona, ésta me hace de espejo para reconocer en
mi el secreto mejor guardado o disimulado para los demás/exterior –ese es el
motivo por el que me enfado ó
sencillamente encubro que se note que lo estoy; me han descubierto con todo el
esfuerzo realizado para que no fuera así- y de esta manera si lo acepto empiezo
el camino de liberación de la descarga, del sobreesfuerzo. Es una oportunidad
que si la aprovecho puedo empezar a trabajar en profundidad o por el contrario,
como ocurre muchas veces, vuelvo a encerrarme en mi coraza y sigo como siempre.
De nosotros depende el escoger el camino a seguir. Quedarme en el mismo lugar ó
dar un paso diferente.
Cualquier reacción que no sea neutral es un aviso para
invitarnos a investigar, a profundizar, a ir sacando las capas encubridoras de
la primera experiencia no liberada y que se ha quedado en la memoria celular en
forma de respuesta automática.
El enfado y la rabia es un grito que esconde una
demanda/petición de atención, de amor. Necesitamos amar y ser amados. Es
nuestra necesidad primordial, sin ella nos desvitalizamos y nos amargamos. Es
como decir “por favor, estoy aquí, mírame,
acéptame, yo también existo, yo también soy importante”.
Todos son pasos que vamos dando, liberando los velos que
forman nuestra coraza, nuestra sombra: el momento/emoción donde nos parapetamos
porque consideramos que no podíamos sentir, expresar, contestar, manifestar…
esa emoción/situación. No pasa nada, todo son experiencias que nos llevan a la
luz, a la conciencia y que necesitamos para reconocernos en profundidad.
Cada toma de conciencia nos lleva a la libertad, a conocer el
verdadero Amor, a aceptarnos incondicionalmente a nosotros mismos y de esta
manera a los demás. Todos nos dirigimos a la nueva realidad de conciencia donde
todos somos uno.
SANAR ES FLORECER, ES ABRIRSE A LO ESENCIAL, ES
TOMAR CONCIENCIA DEL JUEGO DE LA CONCIENCIA.
Experimentar el Silencio en unos instantes:
Cerrar los ojos y SENTIR la paz en vuestro
interior, instante a instante, dejar que los pensamientos fluyan sin que se
inmovilicen en vuestra mente, el aire entra y sale sin ser modificado por la
personalidad. No hay pasado, el futuro aún no ha llegado y el presente llena
todo vuestro Ser. Momento mágico de pureza total, donde no hay nada a
conseguir… todo es perfecto y el Amor verdadero os abre las puertas a la total
libertad. SENTIR ESTE MOMENTO SAGRADO DONDE LA VIDA SE MANIFIESTA Y RECUERDA LA
VIDA ERES TÚ.
Ejercicio de concentración y Meditación ¿Cuál es mi camino?