“…
¿Y cuando piensas realizar tu sueño?
-preguntó el Maestro a su discípulo.
Cuando
tenga la oportunidad de hacerlo.
-respondió éste.
El
Maestro le contestó:
La
oportunidad nunca llega, la oportunidad ya está aquí…”.
Anthony de Mello
¿Por qué crees que eres
una mala madre? ¿Qué es lo qué te han dicho? ¿Realmente estás convencida de que
lo eres?
Recordáis la realidad es neutra. ¿Qué experiencias ó creencias me
hacen hacer tal afirmación? Cuando la realidad no se percibe en su estado
natural es que viene distorsionada por los colores personales de vivencias,
pensamientos, creencias… Nada es bueno ó malo, las cosas son lo que son.
Hay quien cree que: Decir madre es decir: sacrificio.
Decir sacrificio es decir: renuncia.
Decir renuncia es decir: generosidad.
Decir generosidad es decir: entrega.
Decir entrega es decir: amor.
Decir amor es decir: madre. ¿Qué pensáis vosotras?
¿Creéis o sentís que la
voz que más os suena a Amor es la de vuestra madre? ¿Cómo es una madre o cómo
debería ser?
Vamos a dar un paso más, ¿aquellas
cualidades positivas de vuestra lista que correspondían a vuestra madre tienen
alguna relación con lo expuesto anteriormente?
¿Cómo ha de ser un
diario de sueños?
Escoge una libreta que te guste, un color que te llame la
atención, dedica un espacio para escogerlo y dale un lugar al lado de tu cama
que sea muy accesible, que te sea fácil cogerlo con tu mano cuando te
despiertes.
Se escribe en la página de la derecha, donde dejaremos un
margen izquierdo, y la de la izquierda queda vacía. La página izquierda nos va
a permitir escribir anotaciones sobre el mundo “real”, hechos pasados o por
pasar que pueden explicar la aparición de algún
elemento del sueño. Esta página también se utiliza para comentarios,
asociaciones con otros sueños y para el trabajo de interpretación. La
denominaremos “página de comentarios y análisis”.
En la página derecha, parte central superior, se escribe un
título, el primero que venga a la cabeza después de escribir el sueño.
Siguiendo en la cabecera de la página en la parte izquierda, se sitúa la
numeración, empezando por el “1” y numerando cada sueño. Si redactas varios
sueños de la misma noche, numéralos de forma consecutiva; si tienen el mismo
hilo conductor, considéralos partes de un mismo sueño y utiliza un número
idéntico para todos. En la parte derecha de la cabecera, anota la fecha.
En el margen de la página derecha se escriben las claves de
color para las emociones. En la última página del diario se asocian colores con
las emociones más frecuentes de los sueños. Un trazo marginal de color expresa
perfectamente que la emoción dominante de ese párrafo era la que correspondía
al color. También es posible utilizar otras claves como subrayar, poner asteriscos,
encuadrar, etc., para marcar personajes, escenarios o acciones especiales. Esto
facilita después el trabajo de comparar sueños.
Hay que empezar escribiendo cualquier sueño que se recuerde,
por fragmentario que sea, y no censurar ningún tema. Aunque sólo sea una
imagen, un sonido o incluso un olor, puede ser interesante. En el caso de que
las historias nos parezcan incompletas, poco coherentes o poco interesantes, es
mejor apuntarlo todo: una cara, una habitación… porque pueden ser relevantes.
Estamos recogiendo todas las piezas de un rompecabezas y nos pueden parecer
irreconciliables, insignificantes o desagradables, pero no hay que desechar
ninguna. A la larga todo tiene sentido.
Si te despiertas por la noche y recuerdas un sueño, anótalo
siempre, que eso no te desvele; es muy probable que por la mañana no lo
recuerdes o que olvides detalles interesantes.
Aprender a recordar los sueños puede parecer difícil al
principio, pero si se persiste el éxito está garantizado. En poco tiempo, con
un poco de interés, es probable que tu memoria onírica aumente.
Otras formas de escribir son mediante la grabación, el
ordenador y la escritura a ciegas.
Una vez escrito el sueño y en la primera ocasión en que
tengas un rato libre, vuelve a leerlo e intenta trocearlo en escenas tal como
vamos a explicar ahora. La escena es la unidad de acción dramática
espacio-temporal, ¿qué quiere decir eso? Cada vez que cambia el lugar o el
ambiente donde ocurre la acción consideramos que hay un cambio de escena. Si el
lugar no cambia pero la acción de repente indica que ha transcurrido un tiempo
o que ha ocurrido una transición importante en la trama, también te encontrarás
en una escena distinta. Veamos un caso concreto:
“Estás preparando la comida y poniendo la mesa, y en el
instante siguiente te encuentras comiendo el postre junto con unos amigos,
sentados todos a la mesa del comedor”. La transición corresponde a un cambio
temporal, igual que en el cine cuando vemos las imágenes de un niño y de
repente éste se ha transformado en adolescente. Estas discontinuidades nos
sugieren que ha transcurrido el tiempo. Sueños y cinematografía tienen muchos
puntos en común.
Dividir en escenas un sueño no siempre es fácil por lo que sólo
te recomendamos que lo hagas si lo ves claro y no te resulta complicado. En
este caso puedes colocar entre escena y escena una barra inclinada “/” para
facilitar el estudio posterior del sueño. Otra posibilidad es que sin
analizarlo escribas en la página izquierda las escenas que tú crees que hay,
por ejemplo: a) habitación; b) calle; c) encuentro con mi jefe.
Los elementos destacados en un sueño son: Escenarios, Tiempo
o época, Personajes y Emociones.
Asigna bloque a cada escena de un sueño. Un bloque es un
conflicto. Elige un sueño no muy corto donde aparezcan una o varias emociones.
En cada escena del sueño plantéate las siguientes preguntas:
¿Qué escenas tiene?
¿Qué escenarios? ¿Qué personajes aparecen? ¿Qué emoción aparece en cada uno? ¿A
qué bloque asignarías cada escena.
Para descubrir tus verdaderos bloques oníricos, tus grandes
temáticas o guiones, necesitas releer un mínimo de treinta o cuarenta sueños.
Análisis de los sueños: a) Trocea en escenas cada sueño. b)
Analiza escenarios, personajes, y emociones de cada sueño. c) Repasa los sueños
y asigna bloque a cada escena de ellos.
Haz una estadística y anota las veces que se repiten todos
los escenarios. ¿Qué escenario es el que
más se repite? Personajes. ¿Qué
personaje se repite más? Emociones. ¿Qué emoción se repite más? y todos los
bloques que aparecen y cuántas veces ¿Qué bloque se repite más?
Asigna un nombre personalizado al bloque que más se repite. ¿Tienes alguna emoción asociada? ¿Tiene
algún personaje asociado? ¿Algún escenario asociado? ¿Se relaciona conflicto
real de tu vida?
Estudiar los sueños es estudiar la vida. Ejercicios tan
simples como éste pueden revelarte aspectos importantes de ti mismo.
Interpretar un sueño aislado no tiene demasiado sentido; lo
interesante es recoger varios sueños parecidos y compararlos, descubrir qué
guión subyace a todas estas historias, qué esquemas mentales o expectativas ha
generado ese bloque de sueños. ¿Qué
tipos de mundos creamos? ¿Con qué filtros percibimos la realidad?
Los sueños de un bloque son los borradores del pintor, las
variaciones sobre el mismo tema del músico, los ensayos del bailarín; son el
material desechable con el que forjamos la obra de arte de nuestra vida.
Signo onírico será cualquier cosa característica de un sueño
que nos permite identificarlo como tal, que nos evoca la idea de que estamos
soñando o de que ese acontecimiento pertenece a un sueño. Un signo onírico es
algo que no ocurre en la vigilia.
Los signos oníricos son acontecimientos, personajes, objetos,
pensamientos, sentimientos extraños en el mundo real, pero frecuentes en
sueños, que a veces estimulan el sentido crítico del soñador y le llevan a la
lucidez. Descubrir tus propios signos y paisajes oníricos nos permite un mayor
conocimiento de nuestro inconsciente y nuestra personalidad.
Comentarios y explicaciones sacados del libro de la Dra.
Consuelo Barea “El suelo lúcido” –actualmente agotado y en vías de reedición-
Hay también comentarios personales fáciles de identificar.
El poeta barcelonés J.V. Foix tiene un brevísimo poema
titulado: Nuevas pruebas de la identidad de Jesús. Escribió:
“Jesús no habla: dice;
no escribe: hace;
no razona: provoca;
no esclaviza: emancipa;
no hiere: cura;
no ofrece: da;
no se enamora: ama.”
“El que viene
hacer el bien llama a la puerta; el que ama encuentra la puerta
abierta”.
Rabindranath Tagore
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