Bienvenid@

Núria Argany te ofrece la posibilidad de conectar con tu esencia, lo que verdaderamente eres, haciéndote consciente de tu personaje, reconociendo tus proyecciones y resistencias a través de técnicas-terapias corporales, psicológicas y energéticas, recobrando el equilibrio, la armonía y la paz interior.

Núria Argany se ha formado a través de:

Seitai, Meditación Zen, Psicología, Terapias Naturales y Energéticas, Preparación al Parto Consciente, Ito-Termi, Sueños, Oligoelementos, Dietética, Formas-Pensamientos, Regresiones, RMF-Balacing, Tachyon, Ataraxia, Curación Cuántica, y Reconnective Healing.



lunes, 26 de febrero de 2018

¿Cuál es el deseo que tiene nuestra alma para plasmarlo en esta vida?



Hemos reflexionado sobre ¿cuál es el deseo que tiene nuestra alma para plasmarlo en esta vida?

¿Hemos descubierto que nos priva de ser libres? ¿Vivimos en la armonía y fluimos con la vida?

¿Conocemos cuál es nuestra intención profunda?


¿Creemos en el amor? ¿Sentimos el amor? ¿Nos amamos? ¿Amamos? ¿Vivimos en el amor? ¿Confiamos y manifestamos el amor?


 
El amor no es un sentimiento ni una sensiblería. El amor no es un instinto ni un impulso.
 
Los sentimientos, los impulsos y los instintos crean una clase de sensación agradable.

También consideramos la complacencia del ego como amor o afecto. Tenemos una familia, esposo o una persona, e hijos. Mientras estas personas complacen al ego, la voluntad que el ego tiene de dominar, el deseo que el ego tiene de adueñarse y poseer cosas, controlar al individuo, y modelar la conducta de los miembros de la familia, decimos que los amamos. Si cesan de complacer al ego, si llegan a ser seres humanos independientes, y desafían todos nuestros intentos para adueñarnos de ellos, poseerlos y dominarlos, entonces el denominado amor del esposo hacia la esposa se convierte en odio, enemistad, celos y envidia. Estas son nuestras experiencias cotidianas. Por eso, debemos confesarnos que no sabemos qué es el amor. No sé si alguno de nosotros tendremos la humildad de decirnos siquiera que no sabemos qué es el amor. No es amor nuestro sentimiento ni nuestra sensiblería sobre el amor o el afecto, que están arraigados en la dualidad, que es sólo una tendencia psicológica temporaria y que se convirtió en la base de nuestra vida y nuestras relaciones. No sabemos qué es el amor y carecemos de amor en nuestras vidas.

Por supuesto, no podríamos describir ni definir qué es Dios. Por lo tanto, vacilamos en usar esa palabra. Pero, en realidad, amor es Dios, y Dios es amor. Y el amor no es diferente de la verdad. Llamaremos a la verdad la fragancia del amor, o llamaremos al amor el perfume de la verdad. Es lo mismo. No hay diferencia. Es el mismo hecho. Tal vez sólo sea diferente el ángulo desde el cual se lo mira. Ilusión de amor eso es lo que vivimos como amor.


                      
Silencio/Meditación.
 


                           




                


No hay comentarios:

Publicar un comentario