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Núria Argany te ofrece la posibilidad de conectar con tu esencia, lo que verdaderamente eres, haciéndote consciente de tu personaje, reconociendo tus proyecciones y resistencias a través de técnicas-terapias corporales, psicológicas y energéticas, recobrando el equilibrio, la armonía y la paz interior.

Núria Argany se ha formado a través de:

Seitai, Meditación Zen, Psicología, Terapias Naturales y Energéticas, Preparación al Parto Consciente, Ito-Termi, Sueños, Oligoelementos, Dietética, Formas-Pensamientos, Regresiones, RMF-Balacing, Tachyon, Ataraxia, Curación Cuántica, y Reconnective Healing.



viernes, 29 de junio de 2018

La obsidiana


La obsidiana es un vidrio de origen magmático y volcánico con textura de roca, rico en silicatos. Se le cataloga como roca ígnea, porque emerge del fuego interior de los volcanes, de ahí que se localiza debajo de la superficie terrestre.


Cuando el magma emerge rápidamente de debajo de la Tierra, éste sufre un rápido enfriamiento y se forma el vidrio denominado “obsidiana”. Por ello se clasifica como roca “eruptiva” desarrollando una estructura determinada, que luego se erosiona con el tiempo.

Se la conoce desde tiempos muy remotos, desde la época primitiva, y se utilizaba para utensilios y herramientas de supervivencia. En la época de los romanos, se le apreció profundamente porque se decía que tenía la capacidad de ordenar los pensamientos y alejar de la cabeza las malas influencias de carácter destructivo.

Se le encuentra en cantidades moderadas, aunque pueden ser muy gruesas, como en los gigantes Valles de Caldera, en Nuevo México y Oregón, E.U.A. Actualmente las minas más grandes se encuentran en México, Estados Unidos y Japón.

La obsidiana no es sólo una bella y misteriosa piedra, sino también, un símbolo de la mutación alquímica del plomo de la sombra, en oro de conciencia, que puede operarse en la vida de una persona mediante este antiguo y negro polvo filosofal.

En sus aristas se reflejan todas las oscuridades del alma humana sin que puedan penetrar en su interior y quizás, por este motivo, fue ancestralmente considerada una piedra de protección. Su naturaleza dual, de ser ciega y dar luz, de mostrar y ocultar, de despejar los ojos del alma y cerrar los del cuerpo, representa el trabajo alquímico de ascensión de los seres humanos en su proceso de evolución, desde lo más bajo (si nigrum, su sombra, su inconsciente) para llegar a la cima de la conciencia expandida y la plenitud del espíritu. De esta manera, se encuentra en los comienzos de todo proceso de “llegar a ser”, pero también, en los puntos más cercanos del logro de la individuación.

Para algunas culturas era concebida como la piedra de la justicia, dado que su presencia permitía discernir lo auténtico de las ilusiones, la verdad de lo falso, y también se la vinculaba con la fuerza de voluntad, la disciplina, la templanza, la serenidad, la vitalidad y la capacidad de supervivencia, fortaleciendo el sentimiento de seguridad y expulsando los miedos y fantasmas que moran furtivamente en nuestra personalidad. Todo esto es parte de la riqueza que alberga la obsidiana como recurso terapéutico, energético y simbólico, conocido por siglos, y practicado en diferentes culturas como ritual sanador.

En México se la considera una piedra sagrada de sanación y se utiliza tanto en el cuerpo físico, síquico y de individuación.

Este proceso de individuación se manifiesta al traspasar los límites del colectivo (familia, sociedad) a la experiencia individual y la trascendencia de éste constituye la oportunidad de fomentar nuestra relación con el inconsciente para poder expandir nuestra identidad, compensando de esta manera la unilateralidad de nuestras actitudes conscientes con nuestras profundidades del inconsciente.

Así es, cómo, a través de clarificar los contenidos que emergen desde la sombra y que corresponden al Yo, podemos superar la alienación de aquello que arrastramos de nuestra madre, padre, familia, sociedad, o colectividad en general.

El proceso de individuación, no es la separación del individuo de esa colectividad, sino que al ser un proceso de una naturaleza del interior, éste culmina con la plenitud del ser, que al haberse reconocido a sí mismo, regresa a la colectividad aportando la riqueza de su ser, desde su interior y por propia convicción.

Es nuestra oportunidad para aprender, la oportunidad para conocernos a nosotros mismos, para poder elegir aquello que realmente nace de nuestro interior, ya que la frontera para enfrentarnos a la sombra se halla en el interior del individuo.

Existen varios tipos de obsidiana:

Obsidiana Arco Iris, podemos trabajar las emociones, la inseguridad, el proceso de cambio y también como amuleto protector.
Obsidiana Gris, trabaja las dificultades de expresar sentimientos.


Obsidiana Negra, trabaja el psiquismo (sueños, la sombra…)
 
Obsidiana Nevada, trabaja el equilibrio debido a la polaridad nuestra que permite balancear la emoción como energía que se aloja en el cuerpo y a la cual se tiene acceso a través de los chacras.


Su valor primordial radica en la capacidad de “poner afuera” lo que se guarda en el inconsciente. Esa absorción a nivel energético nos permite entrar en contacto con todas las emociones obstruidas que al emerger se podrán “sentir” para sanarlas.
 
Actúa contundentemente a nivel de huesos y alivia el dolor.

Ideal para personas que experimentan una disociación en el sentir y el pensar, que no conectan con la fuente del amor y su capacidad de sanación.

Obsidiana Argentica que es la utilizada por las mujeres medicina en México como talismán protector para el hogar y todos los asuntos de mujeres.

Obsidiana Dorada muy valorada como piedra sagrada utilizada por los chamanes.

                              
Cuidados: Si, por su uso en terapia, la obsidiana perdiera su brillo natural, se le aplicarán unas gotas de aceite de oliva y se masajeará durante unos minutos. Otra forma de recargar la energía de la obsidiana es situándola durante unas horas sobre una drusa de puntas de cuarzo de cristal de roca.

También se puede hacer elixir como en todos los cuarzos y aceite de maceración.

IXTLI, el disco de obsidiana. Se utiliza en el nivel físico. Es una pieza en forma de disco pulida por ambos lados y mide 5 cm de diámetro por 1 cm de espesor. A esta geometría se la denomina Ixtli, que en náhatl significa “navaja”.

La terapia aconsejada es de 6 días continuados y el séptimo descansar.


               
Para limpiar la obsidiana se remojará en agua con sal de grano o sal marina toda la noche, y enjuagarla a la mañana siguiente. El cristal que polariza la energía de la obsidiana se deberá exponer al Sol y a la Luna por 24 horas, para descargar y cargar las energías absorbidas por él.

La esfera de obsidiana se llama URANTIA y ayuda a limpiar el cuerpo emocional, trabajando cada uno de los chacras.


           

La obsidiana que trabaja el aspecto mental es la TEZCATLIPOCA que es espejo de obsidiana. Algunos de los conceptos referentes al área mental son: Proceso de individuación y el inconsciente colectivo, los arquetipos (madre, ánima, muerte…)


                                        

Esta forma de trabajar procede de México y hay un libro que lo detalla muy bien que se llama Obsidiana, piedra sagrada de sanación de Ana Silvia Serrano (Índigo).

Os traigo varias obsidianas para que las conozcáis.

En la tradición mexicana, la muerte jugó un papel muy importante, ya que se la tomaba en cuenta de una manera natural y las visicicitudes de la vida eran una oportunidad en la ofrenda para la muerte.

En ambas, la enseñanza es que parte del sufrimiento que experimentamos los seres humano día a día, son pequeñas muertes que nos traen dolor y que nos cuesta mucho superar. Sin embargo éstas son las etapas que nos van dando la oportunidad de subir hacia niveles superiores de comprensión y crecimiento interior, ya que en el mundo todo tiene un principio y un fin y todas estas son oportunidades que se nos presentan de lograr soltar y dejar ir personas, cosas, amores, situaciones que nos producen tanto dolor, no son más que pequeños ensayos del final, que es nuestra propia muerte.

Dudjom Rimpoché, dijo: “Tras haber purificado el gran engaño, la oscuridad del corazón, la luz radiante del Sol sin obstrucciones asciende continuamente”. (Libro Tibetano de la Vida y la Muerte, p.416)

En la Revelación de los Bardos, el maestro Sogyal Rimpoché, dice: “En la culminación del proceso de morir, tras la disolución de los elementos, sentidos y estados de pensamiento, la naturaleza última de la mente, La Luminosidad Base, queda momentáneamente al desnudo.

Luego, se manifiesta y brilla fugazmente el resplandor de esa naturaleza de la mente en apariciones de sonido, colores y luz.

A continuación, la conciencia del difunto despierta y entra en el Bardo del devenir; regresa su mente ordinaria y asume una manifestación, la forma del cuerpo mental, sujeta a los dictados del karma y los hábitos pasados, que impulsan a la mente ordinaria a aferrarse a las experiencias ilusorias del bardo como si fueran reales y sólidas.”


                        

Silencio/Meditación.






jueves, 21 de junio de 2018

¿Y si lo más difícil fuera creer en el otro?


¿Cómo se puede traducir esfuerzo en el escrito de Simone Weil? Primeramente es intención o dirección hacia un camino, una finalidad y para mantenernos en esa dirección es importante conocernos profundamente para no caer en las trampas del personaje o el ego. Esfuerzo o atención, observación para no boicotearnos a nosotros mismos ya que lo bueno, la luz nos da miedo; podemos decir que al no estar acostumbrados a vivirla preferimos la frase del refranero español: Más vale malo conocido que bueno para conocer. Hay algo muy importante cuando dice: “Es realmente la luz lo que se desea cuando cualquier otro móvil está ausente”, nuestro mayor deseo ha de ser conocer o vivir la Luz, la Esencia ó el Ser. Toda nuestra intención, dirección o esfuerzo dirigido a conocer lo que realmente somos.

“Un día, una luz exactamente proporcional a esos esfuerzos inundará el alma”: ¿Qué quiere decir? Que eso sucederá cuando nos habremos liberado de los automatismos de nuestro personaje y comprendamos que todos somos iguales. Nuestro corazón se habrá aflojado, abierto, entregándonos y viviendo el amor incondicional.

¿Y si lo más difícil para nosotros no fuera creer en Dios, sino creer en el otro?

¿Recordáis?: abriendo el corazón y sintiendo ese Amor verdadero, no dejándonos embaucar por el seudo-amor, la dependencia, el poder, la manipulación y tantos otros juegos del personaje. Estaremos recorriendo el camino de vuelta a casa, reconociéndonos como pura luz habitando este cuerpo y sabiendo que yo soy tú y tú eres yo.


     
El libro que comentamos el otro día se llama El Yoga de los Sueños de Namkai Norbu Rimpoché que habla del sueño lúcido y de la muerte.
 
El budismo tibetano nos hablan de Bardo: literalmente, “estado intermedio”. Hay, según la misma tradición, seis bardos.

1º es el bardo del estado de vigilia ordinario.

2º bardo del estado del sueño.

3º bardo de meditación.

4º bardo del proceso de muerte, es el proceso en el cual los cinco elementos que constituyen nuestro cuerpo (espacio, aire, agua, fuego y tierra) se disuelven el uno en el otro.

5º bardo de la realidad implica el surgimiento de apariciones parecidas a alucinaciones como consecuencia de las propensiones kármicas de uno.

6º bardo de la búsqueda para renacer en el samsara, que corresponde a la perspectiva del budismo de Tíbet de la reencarnación.

La tradición tibetana del Yoga del Sueño nos indica los siguientes pasos a seguir por el discípulo:

1º Tener sueños lúcidos.

2º Transmutar los elementos del sueño, adquirir control.

3º Darse cuenta de la ilusión, de cómo generamos el mundo del sueño mediante nuestros modelos mentales.

4º Transformar una cosa en su opuesta para comprender la no-dualidad, el agua en fuego, el enemigo en amigo, etc.

En la segunda etapa el discípulo se abandona, se rinde a lo Sagrado:

5º Por medio de la concentración en deidades, se practica una forma de meditación que sintoniza con el Vacío o Luz Clara.

6º Se da la experiencia de Gran Iluminación donde se descubre que todo es Sueño.

7º Se vive la Unidad, en la que no hay más que conciencia.

En el capitulo La Práctica de la Noche instruye como conseguir la lucidez o sueño lúcido.

Uno de los ejercicios básicos para entrar en la lucidez en concentrarse en la chacra de la gargante, emitiendo mentalmente un sonido parecido al Ahhh y visualizando una luz roja que sale de él y nos envuelve como una esfera protectora. Este chacra está considerado como el de la entrega o abandono a lo divino.

La actitud última del practicante de estas disciplinas, es la de una firme y total entrega, sin expectativas, a lo Sagrado.



                                                                  
                                                   


Silencio/Meditación.




miércoles, 13 de junio de 2018

El deseo de luz produce luz


El deseo de luz produce luz.

Hay verdadero deseo cuando hay esfuerzo de atención.

Es realmente la luz lo que se desea cuando cualquier otro
         móvil está ausente.

Aunque los esfuerzos de atención fuesen durante años
        aparentemente estériles,

un día, una luz exactamente proporcional a esos esfuerzos
       inundará el alma.

Cada esfuerzo añade un poco más de oro
a un tesoro que nada en el mundo puede sustraerse.

                                              Simone Weil

(Sacado de la primera cita del libro Biografía del silencio – Breve ensayo sobre meditación de Pablo d’Ors)





martes, 12 de junio de 2018

¿Por qué nos cuesta tanto aceptar nuestra verdadera identidad?


¿Por qué nos cuesta tanto aceptar que somos parte de la vida, parte de Dios? A nivel mental lo entendemos pero al bajar al corazón damos más credibilidad a la mente, a las antiguas creencias de un Dios fuera de nosotros en lugar de aceptar lo que somos. También, de forma inconsciente, nos resistimos aceptar que somos nosotros quienes creamos momento a momento nuestra vida tal cual la experimentamos.

Desde la mente no nos lo podemos creer, debido a que la mente es limitada, es dual y sólo conoce lo conocido. Para poder comprender hemos de ampliar la conciencia, hemos de aceptar nuestra limitación desde el cerebro. Sólo abriendo el corazón podemos comprender las necesidades de nuestra alma en experimentar, en aprender aunque no tenga lógica, en realidad no la tiene desde la perspectiva mental.

Es el gran juego de la conciencia, todo va interrelacionado, todo tiene un sentido, una sincronicidad, una razón de ser. Nuestra mente no lo puede de captar ni entender. 

Somos materia y nuestra función para cumplir el plan de Dios es espiritualizar la materia. Si no conocemos cómo la hemos creado, estructurado ¿Cómo vamos a espiritualizarla? ¿Cómo vamos a cumplir el plan de Dios?  Recordáis: primero hemos de conocer como hemos construido nuestro personaje para hacer consciencia e ir quitándole fuerza para comprender que no somos este personaje, que somos pura luz experimentando en este cuerpo y creamos el personaje con esta sola finalidad, nada más.