Reflexiones sobre el cuerpo físico, el personaje e
incidencias en el mismo para poder hacer conciencia de nuestros pensamientos y
emociones.
Todo pensamiento repercute en la conducta de la persona. De
la naturaleza de nuestros propios pensamientos depende la fortaleza de nuestro
cuerpo y el vigor de nuestra mente, el éxito y la alegría que comunica a los demás hombres
nuestro trato… y en cualquier disposición que pongamos nuestra mente,
recibiremos la influencia del mundo invisible en correspondencia y armonía con
ella.
La salud de nuestro cuerpo, lo mismo que la fortaleza y salud
de nuestra mente, dependen de lo que relacionemos con nosotros mismos.
Todo pensamiento tiende a multiplicarse. Los estados de odio,
rencor, resentimiento, celos, miedo, pesimismo, ansiedad… son perjudiciales
para quien les da cabida en su interior, porque el cuerpo adoptará estas formas
(según la emoción, la intensidad y la repetición de cada situación en la vida,
éstas van a engendrar diferentes manifestaciones o expresiones patológicas en
la forma, la estructura y la fisiología del individuo). Si aceptamos en nuestra
mente y en nuestro cuerpo estas
emociones, sin conocer en qué medida irán intoxicando el cuerpo físico. Estos pensamientos
y sentimientos se manifiestan en él a través de los sentidos físicos, ya que
estos son como un depósito o cristalización de los elementos que de la mente
fluyen hacia el organismo. Durante todo este tiempo, nuestra mente ha ido enviando
al cuerpo los pesados y rígidos elementos que hicieron de él lo que actualmente
es.
Hemos de hacer conciencia del personaje que hemos montado,
aceptarlo e ir desmontándolo poco a poco. Todo ello pertenece al pasado, no es
actual. Ahora conocemos nuestras resistencias, nuestras muletas y no
necesitamos escondernos.
El personaje representa nuestra desesperada necesidad de ser
amado, reconocido… y durante años creímos que “somos” eso, dedicándonos a
perfeccionarlo ya que no teníamos ningún registro de nuestras necesidades
personales en la niñez; nos sirvió para sobrevivir, para atravesar el desierto,
pero ahora ya hemos reconocido nuestras necesidades y por lo tanto sabemos
quiénes somos.
Cuando aparece la emoción, el disfraz del personaje el que
surge es el niño interior asustado, herido que sólo pretende salvarse de su
propio miedo infantil. Surge el automatismo que ofrece un refugio, una zona de
confort conocida que nos daba seguridad.
Habitualmente el personaje, es todo lo que tenemos para
sobrevivir. El personaje que hemos adoptado no nos abandona. Nos cuida. Nos
permite transitar la vida con ciertos recursos.
¿Por qué no vivir tranquilos, entonces, con el personaje a
cuestas, para siempre? Sería fácil, pero el ser esencial que vive en nuestro
interior puja por aparecer. Podemos afirmar que nuestro “verdadero ser” o
nuestro “yo auténtico” es mucho más amplio, rico y complejo que el personaje.
Cuando estamos en condiciones a abandonar el personaje –al
constatar que no nos sirve más-, el mayor miedo es el de no ser amados, porque
ya no respondemos más a la expectativas de los otros. Sin embargo, es una
ilusión. Porque antes –cuando jugábamos nuestro rol- tampoco fuimos amados.
A MAYOR DESAMPARO EMOCIONAL, MAYOR REFUGIO EN EL PERSONAJE
QUE DA IDENTIDAD (Laura Gutman).
Hemos de reconocer que nuestro personaje ha sido nuestro
cuidador más fiel. Nos ha dado toda la protección visible e invisible que
hayamos podido esperar.
La sensación de perder el “amor” de quienes supuestamente me aman,
en verdad, en la medida en que yo siga siendo funcional a lo comprometido desde
tiempos remotos, creo que todos me amaran. Pero en el fondo nadie me amará –ni
antes ni ahora- porque el amor condicional no es amor.
Sólo existe una verdad, un amor y este amor es incondicional.
En toda relación, los buscadores
Han de tener como prioridad la Verdad.
Puede que os améis el uno al otro profundamente,
pero para cada uno de vosotros el primer amor
ha de ser siempre el amor por la Verdad,
que es lo mismo que ser uno
con tu propio y verdadero Ser.
Asienta firmemente este amor universal en tu corazón,
Y otras expresiones de amor fluirán a partir de él
De forma natural.
Entonces, en esa orientación hacia la Verdad,
Tus relaciones encontrarán su lugar adecuado.
MOOJI
Silencio/Meditación.
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