¿Cómo se puede traducir
esfuerzo en el escrito de Simone Weil? Primeramente es intención o dirección hacia un camino, una
finalidad y para mantenernos en esa dirección es importante conocernos
profundamente para no caer en las trampas del personaje o el ego. Esfuerzo o
atención, observación para no boicotearnos a nosotros mismos ya que lo bueno,
la luz nos da miedo; podemos decir que al no estar acostumbrados a vivirla
preferimos la frase del refranero español: Más vale malo conocido que bueno
para conocer. Hay algo muy importante cuando dice: “Es realmente la luz lo que
se desea cuando cualquier otro móvil está ausente”, nuestro mayor deseo ha de
ser conocer o vivir la Luz, la Esencia ó el Ser. Toda nuestra intención,
dirección o esfuerzo dirigido a conocer lo que realmente somos.
“Un día, una luz exactamente proporcional a esos esfuerzos
inundará el alma”: ¿Qué quiere decir? Que eso sucederá cuando nos habremos
liberado de los automatismos de nuestro personaje y comprendamos que todos
somos iguales. Nuestro corazón se habrá aflojado, abierto, entregándonos y
viviendo el amor incondicional.
¿Y si lo más difícil
para nosotros no fuera creer en Dios, sino creer en el otro?
¿Recordáis?: abriendo el corazón y sintiendo ese
Amor verdadero, no dejándonos embaucar por el seudo-amor, la dependencia, el
poder, la manipulación y tantos otros juegos del personaje. Estaremos
recorriendo el camino de vuelta a casa, reconociéndonos como pura luz habitando
este cuerpo y sabiendo que yo soy tú y tú eres yo.
El libro que comentamos el otro día se llama El Yoga de los
Sueños de Namkai Norbu Rimpoché que habla del sueño lúcido y de la muerte.
El budismo tibetano nos hablan de Bardo: literalmente,
“estado intermedio”. Hay, según la misma tradición, seis bardos.
1º es el bardo del estado de vigilia ordinario.
2º bardo del estado del sueño.
3º bardo de meditación.
4º bardo del proceso de muerte, es el proceso en el cual los
cinco elementos que constituyen nuestro cuerpo (espacio, aire, agua, fuego y
tierra) se disuelven el uno en el otro.
5º bardo de la realidad implica el surgimiento de apariciones
parecidas a alucinaciones como consecuencia de las propensiones kármicas de
uno.
6º bardo de la búsqueda para renacer en el samsara, que
corresponde a la perspectiva del budismo de Tíbet de la reencarnación.
La tradición tibetana del Yoga del Sueño nos indica los
siguientes pasos a seguir por el discípulo:
1º Tener sueños lúcidos.
2º Transmutar los elementos del sueño, adquirir control.
3º Darse cuenta de la ilusión, de cómo generamos el mundo del
sueño mediante nuestros modelos mentales.
4º Transformar una cosa en su opuesta para comprender la
no-dualidad, el agua en fuego, el enemigo en amigo, etc.
En la segunda etapa el discípulo se abandona, se rinde a lo
Sagrado:
5º Por medio de la concentración en deidades, se practica una
forma de meditación que sintoniza con el Vacío o Luz Clara.
6º Se da la experiencia de Gran Iluminación donde se descubre
que todo es Sueño.
7º Se vive la Unidad, en la que no hay más que conciencia.
En el capitulo La Práctica de la Noche instruye como
conseguir la lucidez o sueño lúcido.
Uno de los ejercicios básicos para entrar en la lucidez en
concentrarse en la chacra de la gargante, emitiendo mentalmente un sonido
parecido al Ahhh y visualizando una luz roja que sale de él y nos envuelve como
una esfera protectora. Este chacra está considerado como el de la entrega o
abandono a lo divino.
La actitud última del practicante de estas disciplinas, es la
de una firme y total entrega, sin expectativas, a lo Sagrado.
Silencio/Meditación.
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