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Núria Argany te ofrece la posibilidad de conectar con tu esencia, lo que verdaderamente eres, haciéndote consciente de tu personaje, reconociendo tus proyecciones y resistencias a través de técnicas-terapias corporales, psicológicas y energéticas, recobrando el equilibrio, la armonía y la paz interior.

Núria Argany se ha formado a través de:

Seitai, Meditación Zen, Psicología, Terapias Naturales y Energéticas, Preparación al Parto Consciente, Ito-Termi, Sueños, Oligoelementos, Dietética, Formas-Pensamientos, Regresiones, RMF-Balacing, Tachyon, Ataraxia, Curación Cuántica, y Reconnective Healing.



lunes, 12 de noviembre de 2018

Paramoralismos en la Estructura Social


¿Alguna vez justificamos una mentira porque “no queríamos hacer daño? ¿Le hemos dicho a algún ser querido que hizo aquello tan desagradable para el bien de todos, cuando en realidad el único beneficio que hubo fue el suyo propio? ¿Hemos chantajeado emocionalmente a una pareja porque teníamos miedo a que las cosas cambiaran sin tener en cuenta los sentimientos de él/ella?


                   
Es muy común en las personas utilizar frases que parecen cargadas de moralidad a la hora de intentar solucionar una situación, pero que en realidad son expresiones tópicas sociales que se usan cuando uno mismo se siente atrapado y tiene miedo de perder algo. Esto ocurre porque las personas suelen ser egocéntricas en todos los sentidos, ¿acaso es mentira que los individuos buscan su comodidad emocional y física por encima de todo? ¿Y no es cierto que cuando una persona hace un sacrificio por otra, luego la primera, en ciertas ocasiones, utiliza como argumento dicha ayuda para atraparla en su red de beneficios personales? Por ejemplo:

-Después de todo lo que he hecho por ti… Lo que quiere decir realmente es “Te he ayudado mucho, me tienes que servir para lo que sea, no tienes derecho a enfadarte aunque a veces haga cosas malas porque te ayudé cuando lo necesitabas, y es tu deber moral hacerme caso y creer en mí siempre.” Esta forma de chantaje emocional es un paramoralismo en toda regla.

-Si realmente me quisieras/respetaras… Significado: “No está bien lo que haces porque no haces lo que considero que está bien. Por tanto, no me quieres/respetas”. Atrapa al receptor en la duda de si quiere/respeta de verdad a su pareja o a un ser querido, aunque es posible que lo haga, pero que no esté actuando conforme a lo que beneficia emocionalmente al que pronuncia dichas palabras. Es decir, una vez más, el egocentrismo en acción.

-O estás conmigo o estás contra mí… Nos obliga a tomar partido en una u otra postura, poniéndonos automáticamente en contra de la postura que no hemos elegido. Es una declaración que tan sólo divide el pensamiento en “blanco y negro” , cuando no es el caso; además invita al conflicto contra aquello que no tiene que ver con lo que pensamos o creemos.

-Es que yo soy así… ¿Así? ¿Cómo? Cuando he escuchado ésas palabras en algunas personas, he experimentado un poco preguntándoles cómo son, y acostumbran a responder coses como “Soy una persona sincera”, “Me gusta decir las cosas a la cara”, etc. El paramoralismo sería entonces “la sinceridad está por encima de todo y hay que decir siempre lo que uno piensa aunque haga daño a los demás. La cuestión es que soy muy sincero”. A primera vista, la cuestión de ser sincero puede parecer correcta, pero el problema, una vez más, es el contexto y el uso de las palabras sinceridad u honradez.

La sinceridad, la honradez, son en realidad algo totalmente diferente. Lo que por lo general se llama sinceridad es simplemente un rehusar a refrenarse. En lo más profundo de sí mismo todo hombre lo sabe bien. De manera que cada vez que pretende no perder su sinceridad, se miente a sí mismo.

Los tres fines del ZAZEN son tres:

1.- El desarrollo del poder de concentración (jôriki);

2.- El despertar del satori (kensho-godo),
 y
3.- La actualización de la naturaleza esencia en nuestra vida diaria (mujodo no taigen).

Los tres forman una unidad indivisible
.
Los tres elementos esenciales en la práctica del Zen:

a)    El primero de ellos es la fe firme (daishinkon)

b)    La segunda característica indispensable está en sentir la gran  duda (daigidan)

c)     De este sentimiento de duda nace, por si mismo, el tercer elemento esencial, la firme determinación (daifunshi)

¿Qué es el Makyo? Se refiere a los fenómenos –visiones, alucinaciones, fantasías, revelaciones, sensaciones ilusorias- que se pueden experimentar practicando el zazen a partir de cierto momento. “Ma” significa demonio y “kyo” el mundo objetivo. Makyo, pues, son los fenómenos interferentes o demoniacos que se le presentan a uno durante el zazen. Estos fenómenos no son malos en sí. Solo se convierten en serio obstáculo para la práctica cuando uno no tiene conocimiento de su verdadera naturaleza y queda atrapado por ellos.

Meditación ZAZEN

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