¿Alguna vez justificamos una mentira porque “no queríamos
hacer daño? ¿Le hemos dicho a algún ser querido que hizo aquello tan
desagradable para el bien de todos, cuando en realidad el único beneficio que
hubo fue el suyo propio? ¿Hemos chantajeado emocionalmente a una pareja porque
teníamos miedo a que las cosas cambiaran sin tener en cuenta los sentimientos
de él/ella?
Es muy común en las personas utilizar frases que parecen
cargadas de moralidad a la hora de intentar solucionar una situación, pero que
en realidad son expresiones tópicas sociales que se usan cuando uno mismo se
siente atrapado y tiene miedo de perder algo. Esto ocurre porque las personas
suelen ser egocéntricas en todos los sentidos, ¿acaso es mentira que los
individuos buscan su comodidad emocional y física por encima de todo? ¿Y no es
cierto que cuando una persona hace un sacrificio por otra, luego la primera, en
ciertas ocasiones, utiliza como argumento dicha ayuda para atraparla en su red
de beneficios personales? Por ejemplo:
-Después de todo lo que he hecho por ti… Lo que quiere decir
realmente es “Te he ayudado mucho, me tienes que servir para lo que sea, no
tienes derecho a enfadarte aunque a veces haga cosas malas porque te ayudé
cuando lo necesitabas, y es tu deber moral hacerme caso y creer en mí siempre.”
Esta forma de chantaje emocional es un paramoralismo en toda regla.
-Si realmente me quisieras/respetaras… Significado: “No está
bien lo que haces porque no haces lo que considero que está bien. Por tanto, no
me quieres/respetas”. Atrapa al receptor en la duda de si quiere/respeta de
verdad a su pareja o a un ser querido, aunque es posible que lo haga, pero que
no esté actuando conforme a lo que beneficia emocionalmente al que pronuncia
dichas palabras. Es decir, una vez más, el egocentrismo en acción.
-O estás conmigo o estás contra mí… Nos obliga a tomar
partido en una u otra postura, poniéndonos automáticamente en contra de la
postura que no hemos elegido. Es una declaración que tan sólo divide el
pensamiento en “blanco y negro” , cuando no es el caso; además invita al
conflicto contra aquello que no tiene que ver con lo que pensamos o creemos.
-Es que yo soy así… ¿Así? ¿Cómo? Cuando he escuchado ésas
palabras en algunas personas, he experimentado un poco preguntándoles cómo son,
y acostumbran a responder coses como “Soy una persona sincera”, “Me gusta decir
las cosas a la cara”, etc. El paramoralismo sería entonces “la sinceridad está
por encima de todo y hay que decir siempre lo que uno piensa aunque haga daño a
los demás. La cuestión es que soy muy sincero”. A primera vista, la cuestión de
ser sincero puede parecer correcta, pero el problema, una vez más, es el
contexto y el uso de las palabras sinceridad u honradez.
La sinceridad, la honradez, son en realidad algo totalmente
diferente. Lo que por lo general se llama sinceridad es simplemente un rehusar
a refrenarse. En lo más profundo de sí mismo todo hombre lo sabe bien. De
manera que cada vez que pretende no perder su sinceridad, se miente a sí mismo.
Los tres fines del ZAZEN son tres:
1.- El desarrollo del poder de concentración (jôriki);
2.- El despertar del satori (kensho-godo),
y
3.- La actualización de la naturaleza esencia en nuestra vida
diaria (mujodo no taigen).
Los tres forman una unidad indivisible
.
Los tres elementos esenciales en la práctica del Zen:
a)
El
primero de ellos es la fe firme (daishinkon)
b)
La
segunda característica indispensable está en sentir la gran duda (daigidan)
c)
De
este sentimiento de duda nace, por si mismo, el tercer elemento esencial, la
firme determinación (daifunshi)
¿Qué es el Makyo? Se refiere a los fenómenos –visiones,
alucinaciones, fantasías, revelaciones, sensaciones ilusorias- que se pueden
experimentar practicando el zazen a partir de cierto momento. “Ma” significa
demonio y “kyo” el mundo objetivo. Makyo, pues, son los fenómenos interferentes
o demoniacos que se le presentan a uno durante el zazen. Estos fenómenos no son
malos en sí. Solo se convierten en serio obstáculo para la práctica cuando uno
no tiene conocimiento de su verdadera naturaleza y queda atrapado por ellos.
Meditación ZAZEN
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