“Considerando que, con todo el odio expulsado
fuera (la mente) su inocencia radical recupera y descubre por fin que por sí
misma es capaz de deleitarse, de apaciguarse, de amedrentarse, y que su propia
y dulce voluntad es la voluntad del cielo”
William Butler Yeats
Gota tras gota se forma el océano y grano de arena con grano de arena se forma el desierto; así nosotros vamos haciendo
conciencia de nuestro personaje, vamos quitando las defensas que forman nuestras
corazas y descubrimos nuestra esencia y celebramos el reencuentro bailando con
ella la danza de la vida, abriéndonos, rindiéndonos al Ser que somos.
Pensáis que hago muchas preguntas y decís que no podéis
contestarlas todas y que son útiles las orientaciones hacia las respuestas…
pero yo sé que las respuestas verdaderamente útiles son las que nosotros mismos
encontramos. Ya decían los grandes Maestros que cuando somos capaces de
formular una pregunta es porque ya conocemos la respuesta, una cosa incluye la
otra de ahí la importancia de cuestionarnos e investigarnos.
“Más
importantes que las respuestas son las preguntas que nos formulamos; las
preguntas ayudan a despertar y ponen en movimiento la energía que abre la
conciencia.”
Cuando realmente queremos saber la verdad, no existe ninguna
idea a la que no podamos enfrentarnos con comprensión. O bien nos apegamos a
nuestros conceptos o bien los investigamos. ¿Cómo saber con cuál de ellas trabajar? Con la que se presenta en
este momento, la que nos provoca tensión, incomodidad, confusión… En el
instante presente, el aquí y el ahora, es donde se refleja toda nuestra
realidad.
No existe ningún pensamiento ni situación que no sea susceptible
de ser sometida a la indagación. Todo pensamiento, toda persona, todo problema
aparente está aquí por el bien de tu libertad. Cuando experimentas algo que te
parece inaceptable o que provoca un sentimiento de separación, la indagación te
conducirá de nuevo a la paz que sentías antes de creer en ese pensamiento.
Si no te sientes totalmente cómodo en el mundo, haz el
trabajo de investigación, profundiza. Para eso están los sentimientos
incómodos, para eso está el dolor, el dinero y para eso están todas las cosas
que existen en el mundo: para que te descubras y te comprendas a ti mismo. Todo
es un reflejo de tu propio pensamiento. Si lo que buscas es tu libertad, juzga,
investiga tus afirmaciones, inviértelas y libérate. Comprende aquello que estás
proyectando fuera de ti que no es otra cosa que tú mismo desconectado de ti
mismo. Es bueno sentir enfado, miedo, tristeza. Siéntate en silencio,
identifica la historia y pon luz, conciencia a la situación ó emoción que se
presenta. Hasta que no consideres que todas las cosas que existen en el mundo sean
tus amigas, tu trabajo no habrá terminado.
Una vez hayas finalizado el trabajo con las personas y
situaciones personales, podrás indagar en cuestiones como el hambre en el
mundo, el fundamentalismo, la burocracia, el gobierno, el sexo, el terrorismo o
cualquier otro pensamiento incómodo que aparezca en tu mente. A medida que
investigas en esas cuestiones e inviertas tus juicios, llegas a comprender que
todos los problemas que parecen estar “ahí fuera” no son otra cosa que una
percepción errónea que tiene lugar en tu propio pensamiento.
Yo no
abandono mis pensamientos: Me enfrento a ellos con comprensión, y entonces, son
ellos los que me abandonan a mí.
Hay cuatro preguntas
básicas que nos ayudan en nuestra investigación de los pensamientos/creencias,
relaciones… Es otra manera de vislumbrar el enfoque que utilizamos para vivir
la vida:
1.- ¿Es eso verdad?
2.- ¿Tienes la absoluta
certeza de que eso es verdad?
3.- ¿Cómo reaccionas
cuando tienes ese pensamiento?
4.- ¿Quién serías sin
ese pensamiento?
Responde
a estas cuatro preguntas y luego invierte tus respuestas y conseguirás muchas
más información sobre el personaje.
Ejemplo de hacer la inversión:-No me gusta mi desventaja
porque hace que la gente me evite. Inversión: No me gusta mi pensamiento porque
hace que la gente me evite. No me gusta
mi pensamiento porque hace que me evite a mí mismo.
Nada que esté fuera de ti podrá nunca
proporcionarte lo que estás buscando.
En las preguntas sobre el Amor del último encuentro, es
normal y lógico que nos encontremos muchas veces en la confusión y el no
reconocer nuestra capacidad de amar. La
palabra amar, es quizás la palabra más utilizada en todos los tiempos para
manipular y seducir, es decir para conseguir aquello que quiero ó deseo.
Aprender AMAR es un trabajo difícil aunque en principio parece fácil, la letra
la conocemos todos, poner la música, la práctica y el sentir verdadero nos
cuesta más. Hay mucha desorientación en el significado de la palabra, ¿Es necesario ceder para que me amen? ¿Tengo
que dejar de ser yo para qué pueda
recibir amor?…. Nada de eso es amor, sólo es dependencia, sumisión, miedo a
no ser amado, aceptado…
Nacemos en hogares, culturas, situaciones diferentes y para
conseguir aquella mirada de nuestra madre, aquel amor incondicional que nuestra
alma anhela por decirlo de alguna manera nos prostituimos, aceptamos migajas…
es nuestra manera de subsistir, de ir hacia adelante. Olvidamos nuestro anhelo
primero y llegamos aceptar el seudo-amor como amor verdadero. De ahí viene
nuestra duda sobre lo que es el amor y si realmente amo ó quiero (querer
tampoco es amor, es posesión). Hemos olvidado la experiencia primera y la hemos
sustituido con lo vivido, así podemos ir hacia adelante y creer que recibimos,
tenemos amor. Si no fuera así moriríamos muy temprano. Sin amor la vida no
puede subsistir.
Al ir avanzando y reconociendo que hay algo que falta en
nuestra existencia y que a pesar de conseguir cosas, personas, títulos, etc. no
somos felices, empezamos a investigar sobre el significado de las palabras,
ideas, experiencias vividas y poco a poco nos vamos dando cuenta del vacío
interno, de la falta de significado, del poco amor verdadero recibido, si no lo
hemos recibido y experimentado cómo podemos reconocerlo y lo más importante
darlo.
Es una lección importante que tenemos pendiente, hemos de
aprender amar, desaprendiendo lo conocido/experimentado. El primer paso es
aprender amarme a mí mismo, hacerme total cargo de mí, empezando por respetarme
en todos los campos, en todos los cuerpos. SENTIRME LIBRE PARA SER QUIÉN SOY.
El amor verdadero es la sonrisa interior que surge en todo
instante hacia mí mismo y hacia los demás. No es otra cosa que aprobación y
aceptación. Teniendo en cuenta que sólo puedo ofrecer aquello que me concedo a
mí mismo, hoy decido QUERERME UN POQUITO MÁS.
“A veces tu alegría es la fuente de tu sonrisa,
pero a veces tu sonrisa puede ser la fuente de tu alegría”.
Thich Nhat Hanh
Ejercicio de
concentración y Meditación.
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