La pregunta sigue vigente: ¿Qué es lo más importante para mí en este momento de mi vida? ¿Cuál es
mi mayor deseo? ¿Habéis investigado?
Como vamos comprobando con las experiencias cotidianas lo más
importante es la atención y la
observación de nuestros pensamientos, emociones y acciones.
Tener una intención determinada, mantenerse e ir investigando
las resistencias que nos vamos encontrando de forma consciente e inconsciente
nos llevan a descubrir la parte que no vemos en cada situación.
En ocasiones creemos que estamos centrados pero la respuesta que damos desde la situación interna es de descarga (debido a lo que realmente estamos viviendo en aquellos
momentos). El que la recibe se desconcierta ante las palabras pronunciadas y la
carga emocional/energética manifestada. ¿Somos
conscientes de la ambivalencia? ¿Existe coherencia entre el interior y lo
manifestado?
Siempre hay un beneficio en cada acción, todas las cosas
tienen una parte positiva y descubrirla debería ser nuestro mayor anhelo para
lograr la unión de los opuestos.
Cuando dudéis volver al cuerpo, ¿Cómo me encuentro? ¿Qué siento y dónde? ¿Tengo algún dolor? ¿Alguna zona contracturada?
Si yo creo que estoy bien y en paz, en armonía y amor pero resulta que tengo contracturada la zona dorsal, lumbar es
que algo me está ocurriendo… ¿Qué estoy
conteniendo? ¿Qué no he mirado aún y no he reconocido? Permanecer ahí unos
instantes y dejaros sentir. Cuando el
cuerpo fluye con la vida no hay atascos en ninguno de los cuerpos.
Cada descubrimiento
que hacemos es la oportunidad de soltar las memorias y cargas del pasado y dejar
aflorar el nuevo ser humano.
¿Cómo conseguirlo?
El primer paso es tomar conciencia de la realidad profunda
que mantiene cada pensamiento, emoción y acción para luego aceptarla, soltarla y empezar a dar el paso
distinto. Dar este paso distinto y mantenerse es el secreto del cambio y si vuelvo a caer en el automático, en lo
conocido, en la zona de confort, no hay otra que volver a empezar. ¿Recordáis los versos de Machado?:
Caminante,
son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.
Cuando llega la primavera todos los árboles florecen
dispuestos a darnos sus frutos ¿Cuáles
son los nuestros este año? ¿Cuáles hemos cultivado? ¿Qué semillas plantamos?
La belleza no es un deseo, sino un éxtasis (…)
La belleza es la vida cuando la vida revela su
rostro sagrado.
Más vosotros sois la vida, y vosotros sois el
velo.
La belleza es la eternidad contemplándose a sí
misma en un espejo.
Más vosotros sois la eternidad, y vosotros sois el espejo.
Khalil Gibran
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