Las emociones y los sentimientos a menudo son confundidos,
debido a que estos conceptos comportan ciertas similitudes.
En el campo de la psicología los sentimientos se usan para
designar las experiencias subjetivas, que forman parte de los individuos y que
son fruto de las emociones.
En el ser humano la expresión de una emoción, generalmente,
involucra un conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que
utilizamos para valorar una situación concreta y, por lo tanto, influye en el
modo en el que se percibe dicha situación.
Las emociones son expresiones psicofisiológicas, biológicas y
de estados mentales. Una emoción es un proceso que se activa cuando el
organismo detecta algún peligro, amenaza o desequilibrio con el fin de poner en
marcha los recursos a su alcance para controlar la situación
.
Las emociones básicas son el Miedo, la Sorpresa o Asombro, la
Aversión o Asco, la Ira, la Alegría o Felicidad y la Tristeza.
La emoción está asociada con el temperamento, la personalidad
y con la motivación de las personas. Los estados emocionales son causados por
la liberación de hormonas y neurotransmisores, que luego se convierten estas
emociones en sentimientos.
Generalmente, se considera que las emociones son de menor
duración que los sentimientos y se cree que son los que impulsan y motivan a
que las personas actúen. Son más intensas que los sentimientos, pero duran
menos que éstos.
El sentimiento es un término genérico para referirse a la
adaptación por parte de los individuos, a estímulos provocados por personas,
animales, cosas…
El sentimiento es un estado de ánimo que se produce por
causas que lo impresionan, y éstas pueden ser alegres y felices, o dolorosas y
tristes.
El sentimiento surge como resultado de una emoción que
permite que la persona sea consciente de su estado anímico.
Los sentimientos están vinculados a la dinámica cerebral y
determinan cómo una persona reacciona ante distintos eventos. Se trata de
impulsos de la sensibilidad hacia aquello imaginado como positivo o negativo.
En otras palabras, los sentimientos son emociones
conceptualizadas que determinan un estado de ánimo.
Todos los seres
vivos expresan emociones y sentimientos aunque
tienen otras formas de expresarlos y comunicarlos. Tanto la tierra
como todos sus reinos lo manifiestan. ¿Habeis
observado una flor o un árbol? ¿Habeís captado su estado anímico?
La emoción y el
sentimiento son dos tipos de energía de diferente vibración.
Le emoción es una
energía de impetud, que ayuda a romper esquemas y facilita el cambio.
El sentimiento es
una energía de construcción, es una energía lenta que nos estabiliza en la
decisión aceptada/tomada.
Un ejemplo seria las
olas del mar, un mar embravecido seria la expresión de la emoción que cambia
con su oleaje la costa, que arrasa con su fuerza las piedras, que entra tierra
adentro por un instante entregándole la riqueza de unos nuevos sedimentos.
Un mar suave que
permite el paseo, la pesca, un oleaje tranquilo que acaricia la playa sería la
expresión del sentimiento.
El camino del medio
según los grandes maestros, seria traspasar ambas energías, para que nada nos
desestabilice, teniendo conciencia de ambas desde la observación, siendo
testigos de todos los acontecimientos sin implicarnos en ninguno.
Respecto al cuerpo mental, según dice Annie Marquier y otros
muchos autores, el cuerpo mental está constituido por dos partes:
La primera, que llamaremos mente inferior, es intrínseca a la
personalidad, y todavía sigue íntimamente ligada al mecanismo emocional. No
dispone del conocimiento. Funciona como una máquina, a partir de automatismos
procedentes del pasado.
Al conjunto formado por el cuerpo físico y la inferior lo
llamaremos ego o personalidad.
La segunda parte, que llamaremos mente superior está en
contacto directo con el Ser; es el vínculo entre el alma y la personalidad, y
debido a su contacto con la sabiduría del Ser, tiene a su alcance el verdadero
conocimiento.
-Las denominaciones “inferior” o “superior” no significan que
una parte sea mejor que otra. Las dos tienen su papel en la dinámica humana.
Esos adjetivos provienen sencillamente del hecho de que la frecuencia
vibratoria de la mente superior (llamada también mente abstracta en algunas
tradiciones) es más elevada que la de la mente inferior (llamada también mente
concreta, o mente automática).
La calidad de nuestra vida depende de qué parte de la mente
la dirija. Si es la mente inferior, estamos aprisionados por los mecanismos de
la personalidad. Si es la mente superior, entonces estamos en contacto con la
Sabiduría del Ser.
“Si usted sigue cada pensamiento hasta su
consumación, verá que al final de ello hay silencio. Desde ese silencio, hay
una renovación. El pensamiento que surge desde este silencio ya no tiene el
deseo como su fuerza motriz; emerge desde un estado de comprensión, desde una
percepción alerta no obstruida por la memoria.
Pero si luego el pensamiento que así surge no
se completa, deja un residuo. Entonces no hay renovación y la mente está presa
otra vez en una conciencia que es memoria, que está atada por el pasado, por el
ayer. Cada pensamiento que sigue, es el de ayer, aquello que no tiene
realidad.” – J. KRISHNAMURTI –(Dentro de la Mente)


No hay comentarios:
Publicar un comentario