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Núria Argany te ofrece la posibilidad de conectar con tu esencia, lo que verdaderamente eres, haciéndote consciente de tu personaje, reconociendo tus proyecciones y resistencias a través de técnicas-terapias corporales, psicológicas y energéticas, recobrando el equilibrio, la armonía y la paz interior.

Núria Argany se ha formado a través de:

Seitai, Meditación Zen, Psicología, Terapias Naturales y Energéticas, Preparación al Parto Consciente, Ito-Termi, Sueños, Oligoelementos, Dietética, Formas-Pensamientos, Regresiones, RMF-Balacing, Tachyon, Ataraxia, Curación Cuántica, y Reconnective Healing.



miércoles, 13 de abril de 2016

Caen los pétalos de los cerezos...

¿Os habéis fijado que  los nuevos trabajos van dando sus frutos?

De la misma manera que caen los pétalos de los cerezos en Japón y ellos lo festejan como una fiesta nacional, así nosotros  estamos soltando las viejas memorias para permitir que aparezcan las nuevas.

La naturaleza, el cuerpo, la vida nos ayuda en este proceso, solo necesitamos estar atentos y no dejar pasar la ocasión. Es momento de celebración, de alegría para recoger la nueva cosecha. Nos embriaga el aroma, los colores, los contrastes y todas las sutilezas que nos trae la primavera, en sus diversas manifestaciones y a nosotros en particular. Es el momento de gozar, disfrutar, celebrar y ampliar conciencia.

Es en el primer generador/chacra  donde se empieza a crear la vida y aunque es el más denso de los chacras, también es el camino para llegar a la iluminación. Todo es dual, ¿Recordáis? Todo nos sirve en nuestro proceso personal, no hay que descartar nada, todo es una oportunidad.

A medida que vamos ascendiendo a los otros generadores, las energías se vuelven más sutiles pero también más sofisticadas. En el primero es más fácil, su energía es burda, densa y no nos lleva a ninguna confusión.

Cuando tomamos conciencia de que nos hemos privado de darnos gozo, alegría o felicidad, eso no quiere decir que nos hayamos equivocado o maltratado, sino que utilizamos esta experiencia para comprendernos más profundamente, ¿Cómo podríamos valorar la risa sin las lágrimas si antes no las hemos experimentado?

Nos cuesta disfrutar, permitirnos gozar, siempre nos quedamos en las obligaciones, los esfuerzos para mejorar (hacia fuera), sin darnos cuenta de que no necesitamos hacer esfuerzos, todo fluye.

Referente al TRABAJO PARA CAMBIAR LAS ONDAS CEREBRALES. Pasar de las ondas beta altas o medias a un estado más relajado de ondas alfa o zeta, nos ayuda a instalar una memoria diferente en nuestro cuerpo para poder entrar más fácilmente a un estado meditativo.

 Es bueno hacer esta práctica diariamente antes de hacer la Meditación, por lo menos durante una semana, para que se vuelva un hábito conocido y cómodo. No es cuestión de hacerlo a toda pipa, más bien al contrario ya que el objetivo es “estar presentes”.

Siéntate con la columna derecha y cierra los ojos suavemente. De esta forma se consigue bloquear parte de los estímulos sensoriales/ambientales que recibes y las ondas del cerebro bajan de frecuencia y entrarán en el estado alfa más fácilmente. El objetivo es que pases del estado analítico de beta al estado sensorial de alfa, y que te concentres en el cuerpo.

Cuando somos muy conscientes del cuerpo y de las sensaciones corporales, entramos en el subconsciente. El cerebelo tiene la capacidad de sentir la posición del cuerpo en el espacio y el cerebelo es la sede del subconsciente, al fijarte en la posición de tu cuerpo en el espacio accedes al subconsciente saltándote el cerebro pensante. En otras palabras, cuando estás notando o fijándote en distintos aspectos del cuerpo, piensas menos, tu foco de atención se vuelve más amplio –no es estrecho y obsesivo, sino creativo y abierto- pasas de beta a alfa.

Los budistas lo llaman foco abierto, se da cuando las ondas cerebrales se vuelven ordenadas y sincronizadas.

Una hermosa mañana de primavera, un Maestro zen recibió a un nuevo discípulo que iba en busca de la iluminación. Lo acogió amablemente y lo invitó a seguirlo al jardín. Allí pasaron largo rato cuidando las flores, los árboles y todas las demás plantas. Después el Maestro despidió al discípulo y lo citó para el día siguiente. Al día siguiente ocurrió lo mismo, y al otro, y al otro. Y así durante más de diez años… Hasta el día en que el discípulo dejó de hacer preguntas y de esperar explicaciones. A partir de entonces ya sólo necesitó estar en presencia del Maestro, sentir, experimentar directamente su presencia en el jardín… Entonces recibió sus enseñanzas sin palabra alguna. Su alma pudo eclosionar sencillamente en la experiencia.

Una de las características del camino del alma es que no se puede describir con palabras. Por eso muchas enseñanzas filosóficas, aunque no son inútiles, ni muchísimo menos, son limitadas.

El camino del alma  es una vía que se experimenta, se siente, es la vía misma. Una vez alineado el pensamiento, el Corazón del alma no puede revelarse sino por la experiencia.

Es evidente que, para conocer realmente el sabor de la naranja, no sirven de nada las explicaciones que pueden darse sobre el origen de la fruta, la forma de cultivarla y producirla, etc. Eso sólo servirá para que sepamos que existe y despertar nuestro deseo de probarla y, en todo caso, nos informará respecto a cómo conseguirla. La información es útil, pero insuficiente. Sólo cuando tengamos la naranja en la boca conoceremos su sabor; sólo podremos hablar de él en forma de metáforas, de imágenes, de poesía o de música… lo mismo ocurre con la experiencia del alma.

Es interesante observar hasta qué punto la mente racional se resiste a este tipo de experiencia, incluso la teme. Se comprende, porque no forma parte de sus mecanismos de supervivencia y escapa a su control…
  

 


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