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Núria Argany te ofrece la posibilidad de conectar con tu esencia, lo que verdaderamente eres, haciéndote consciente de tu personaje, reconociendo tus proyecciones y resistencias a través de técnicas-terapias corporales, psicológicas y energéticas, recobrando el equilibrio, la armonía y la paz interior.

Núria Argany se ha formado a través de:

Seitai, Meditación Zen, Psicología, Terapias Naturales y Energéticas, Preparación al Parto Consciente, Ito-Termi, Sueños, Oligoelementos, Dietética, Formas-Pensamientos, Regresiones, RMF-Balacing, Tachyon, Ataraxia, Curación Cuántica, y Reconnective Healing.



miércoles, 30 de noviembre de 2016

El espejo de las relaciones






El espejo de las relaciones: Todas las personas que encontramos en nuestro campo de experiencias son los espejos de una actitud que ya existe en nosotros.

Reconociendo el espejo del otro, dejaremos de juzgarlo y empezaremos a reconocer quienes somos.

Cuando más reconozcamos la exactitud del espejo que es el otro, más podremos reconocer de inmediato las partes de nuestro ser que aún no han recibido amor.

Tomemos un ejemplo: Imaginemos a una joven que está siempre en conflicto con su madre. Cada vez que abre la boca, su madre le dice lo que debe hacer y le reprocha el no escuchar sus consejos.

¿Qué es lo que tiene que reconocer?

En primer lugar, se puede preguntar si no hay una voz en ella misma que cada vez que formula su opinión, le aconseja y reprocha. En general, el ser humano está confortado a esa dualidad entre su cerebro derecho y su cerebro izquierdo, entre su espíritu racional y su intuición. En el caso de esta persona, la madre es el espejo de esa dualidad en ella misma.

En efecto, esta joven posee una intuición que le da consejos para su bienestar, y sistemáticamente la voz de la razón le dice que está equivocada, dudando de ella y le reprocha entonces el no escuchar.

Todas las actitudes que mantenemos hacia nosotros mismos son reflejadas en el mundo visible a través de nuestro entorno y de nuestras relaciones.

Así pues, para reconocer el significado de los espejos, es necesario proceder por etapas:

1 – Reconocer cuál es la actitud del otro hacía mí. Caracterizarla (me juzga, es agresiva y siempre me da consejos reprochándome el no estar a la escucha).

Para reconocer la verdad sin deformarla hace falta estar realmente a la escucha de lo que nos dice el otro y sólo observar su actitud, como si tuviéramos que describirla a una persona que nunca la ha visto. Describirla sin añadir nuestros comentarios sobre esa actitud, para no deformar el espejo.

2 – Preguntarse qué parte de nosotras está reflejada en ese espejo y qué actitud similar manifestamos hacia nosotros mismos.

Puede ser que al principio nos digamos que no somos así hacia nosotros mismos, ya que estamos convencidos de respetarnos. Tomemos entonces un momento de calma; quizás no encontremos la respuesta en la superficie, sino en las profundidades de nuestro ser.

Si no reconocemos esta actitud a la que reaccionamos y que no nos deja indiferente en el otro, sin duda la hemos escondido en las profundidades de nuestro inconsciente y quizás rechazamos verlas.

Una cosa es segura, si una actitud nos hace reaccionar y la juzgamos,  todavía la llevamos en alguna parte de nosotros. Hemos de ser sinceros con nosotros mismos, ya que no podemos liberarnos a menos que nos volvamos totalmente auténticos.

3 – Cuando hayamos reconocido de qué forma nos comportamos hacia nosotros mismos, habiéndolo reconocido a través del espejo del otro, hemos de preguntarnos en qué circunstancias manifestamos esa misma actitud y hacia qué tipos de personas o de acontecimientos.

Cuando un acontecimiento se presente, tomad consciencia de que no sois eso, sino que funcionáis por costumbre y en ese momento elegid cambiar de actitud.

Si la persona que es vuestro espejo está abierta a vuestra transformación, reforzaréis el proceso de liberación de vuestra actitud, al expresarle verbalmente vuestro reconocimiento.

Por ejemplo la joven dirá a su madre:

Reconozco que eres el espejo de una actitud que tengo conmigo misma. En efecto, no estoy a la escucha de mis propios consejos y no dejo de reprochármelo. Eres el espejo de mis reproches, acepto este espejo y te lo agradezco”.

Es muy importante terminar siempre este reconocimiento con la frase “Te acepto tal como eres”, así, por una parte os liberáis de vuestra propia actitud negativa y por otra permitís al otro aceptarse tal como es. Os sorprenderéis al constatar que cambiando esta actitud en vosotros, el otro también se transforma, y esto se produce de manera inmediata.

Se trata realmente de un espejo, si cambiáis de peinado delante de un espejo, la imagen del espejo no puede reflejar el antiguo peinado.


                
Recordad por tanto estas tres etapas:
 
1.- RECONOCER EL ESPEJO DE UNA ACTITUD
.
2.- RECONOCER VUESTRA PROPIA ACTITUD REFLEJADA “SOY ASÍ  HACIA MÍ MISMO.

3.- ACEPTAR ESTE ESPEJO Y MEDIANTE ESTA ACEPTACIÓN, RECONOCER QUE ESTÁIS LIBRES, LIBERADOS.

Vayamos ahora un poco más lejos. Si el otro es un espejo de una actitud mía, yo soy igualmente un espejo para el otro. Si los dos somos un espejo el uno para el otro, entonces no somos dos seres separados, sino un único ser que se mira al espejo.

En efecto, he aquí la nueva conciencia que ahora podéis encontrar, pues en verdad es una sola Conciencia que se ha encarnado en miles de formas diferentes.

Cuando empecéis a reconocer esto, podréis pasar a la cuarta etapa y decirle a vuestro espejo:

“En verdad yo soy tú y tú eres yo, en verdad somos Uno”.

Esta experiencia de la unidad es lo que llamamos: la fusión.

Cuando nos fusionamos con alguien y nos sentimos como una sola presencia, tenemos la experiencia más elevada en nuestro plano de existencia.

Por tanto, reconocer al otro como espejo nuestro nos ejercita a estar en esta nueva percepción: la de la unidad.

Daros cuenta de cuáles son vuestras reacciones frente a ciertas personas; habrá actitudes que, inicialmente no aceptaréis reconocer como vuestras. Entonces, en lugar de pelear, tomaros vuestra rebelión como un maestro de la Aceptación incondicional. Así se llevará a cabo la desidentificación de vuestro Ego ilusorio.

Aceptando vuestras reacciones, podréis conscientemente desprenderos de vuestra personalidad y entrar en la mirada del amor.

En ese momento, cambiando conscientemente de punto de vista, observaréis que cuando aceptáis el ego éste deja de rebelarse.

Éste es el punto de inflexión de vuestro cambio de posición y de vuestro cambio de conciencia. Poco a poco, al reconocer los dos mundos, el mundo de los juicios y de las reacciones impulsivas, y el mundo del amor silencioso que sonríe, podréis dejar el viejo mundo en el que os sentíais víctimas de vuestras reacciones cada vez más a menudo, y por lo tanto de las reacciones de los espejos que os rodean, y os sentiréis cada vez más libres de permanecer en el mundo del amor mediante la elección consciente y sin esfuerzo.

                            
Reconocer el espejo de los otros es de una inmensa eficacia en este proceso de liberación, ya que reconociendo que el otro sois vosotros, dejaréis de juzgar y criticar, y en cambio os preguntaréis:
 
“¿Por qué razón sigo reaccionando ante el espejo de la agresividad, o ante el de la tristeza, o ante el de la injusticia…?”

Cualquiera que sea el espejo que encontréis, podréis ver las partes de vosotros mismos que requieren ser amadas y, por lo tanto, podréis actuar.

Sabed que si una actitud, sea cual sea, no existe en vosotros, no os hará reaccionar.

Todos los que reaccionan ante la enfermedad o ante cualquier desarmonía demuestran por medio de sus reacciones que llevan eso en alguna parte de ellos mismos.

La mayor parte del tiempo tiene en ellos el miedo a convertirse, ellos también, en lo mismo. El miedo, es la ignorancia del poder absoluto del Amor; siempre os empuja hacia las experiencias que más teméis a fin de que podáis sanar vuestra ignorancia por la fuerza de vuestro amor.

Aquél que ya no es una víctima, o que se ha convertido en su propio dueño, está libre de miedos, pues sabe que nada puede destruir su Esencia, de la misma forma que nada puede impedirle al sol brillar. Cuando estáis libres del miedo, volvéis a estar en la omnipotencia del sol que es vuestra verdadera Esencia.

Los espejo no sólo son las personas que encontráis, sino también los acontecimientos, así como los mensajes de vuestro cuerpo, porque también el cuerpo es el espejo fiel de vuestra actitud hacia vosotros mismos.

Por lo tanto, tomad la costumbre de estar a la escucha, de observar atentamente todo lo que os ocurre, no como una casualidad ajena a vosotros, sino como un espejo de lo que pasa en vosotros.

En la práctica de la meditación, se resalta
La importancia de la espiración, pues
su efecto es liberador. Cuanto mejor nos
sale, mayor es nuestra inmunidad con
respecto a la sensaciones externas.
Al final casi no se perciben, al final
Sólo somos respiración y somos
Respirados.

         Herrigel, El camino Zen

Ejercicio de Centramiento y Meditación.
                                                                  

   
         


miércoles, 23 de noviembre de 2016

Inflamaciones - Personas tóxicas



En estos momentos existen dos temas recurrentes en las conversaciones, es decir que están de moda, el tema de las inflamaciones –cuerpo físico- y las personas tóxicas (los narcisistas perversos) –cuerpo emocional-.

En lo que a la inflamación re refiere –recordemos- que se trata de una reacción del cuerpo para expandir los tejidos y permitir  al sistema inmunitario el envío de glóbulos blancos para combatir todo agente patógeno o toxina que se haya introducido en una zona y, en el caso de una herida con ruptura tisular, que células de refuerzo entren para ayudar a reparar el tejido dañado. La inflamación es pues un mecanismo reparador y de defensa curativo que solo representa un problema cuando se mantiene en el tiempo porque en tal caso puede terminar creando un medio bioquímico intercelular extraño que dañe el genoma y bien silenciar genes antitumorales, bien activar genes que controlan los receptores neuronales de los neurotransmisores. Sin embargo un microbioma equilibrado de amplia biodiversidad imposibilita o limita la presencia de patógenos y además actúa como antiinflamatorio, bien modulando el proceso, bien segregando péptidos o citoquinas de acción antiinflamatoria

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En el aspecto emocional, el síntoma nos ayuda, nos da mensajes de la situación que estamos viviendo. Nos habla de nuestras resistencias, enfados… y mediante la investigación vamos siguiendo –como en el laberinto- el hilo de Ariadna que nos conduce a desbloquear lo encapsulado por la desconexión o por la negación.




En estos momentos cualquier persona que no aceptamos, nos desagrada o simplemente es diferente la llamamos alegremente una persona tóxica (¿?) y no somos conscientes que estas personas son una oportunidad para conocernos más profundamente ya que son aspectos que aún no hemos reconocido/descubierto en nosotros mismos.

Hay un tipo de persona que quizás podría entrar en esta denominación que es el narcisista perverso, aunque sigue siendo para nosotros una oportunidad de aprendizaje.


                         
¿Qué es un narcisista perverso? El narcisismo tiene que ver con la imagen que tenemos de nosotros mismos. Tener un poco de narcisismo, confianza en nosotros, es bueno y necesario. Hoy día la imagen es más  importante que antes: todos queremos tener una imagen perfecta
.
La perversión aparece cuando uno quiere que los otros lo vean como perfecto y, al mismo tiempo, piensa que no vale nada. Cada mancha que encuentre en su imagen y lo haga imperfecto, la atribuiría siempre a otra persona, la víctima. “Por tu culpa yo soy así”, dirá siempre. La línea divisoria no se sitúa en el hecho de querer destruir al otro porque lo considera un residuo, sino el hecho de querer anularlo.

En la psicología la única medicina que existe es el deseo del paciente de curarse. El perverso narcisista no se curará nunca porque considera que no está enfermo sino que es la víctima la que lo está, -hasta el momento que se observe y quiera hacer conciencia, cambie la mirada hacia dentro en lugar de hacia  afuera- ya que le atribuye todos sus síntomas. Siempre buscará a alguien a quien anular porque no puede hacerse cargo de su depresión y angustia de abandono interior. Es por esto que no entiende el concepto de alteridad. Durante el tiempo que dure la relación, la víctima vivirá engañada pensando que algún día el otro cambiará.

El mito de Narciso es uno de los pilares fundamentales de la cultura occidental. También incluye en este patrón el esfuerzo que supone aprender cualquier cosa. Si nadie fuera narcisista la cultura no existiría. El narcisismo es un motor vital, y es inherente a la especie humana.

Los perversos narcisistas conocen la ética y la empatía pero no las tienen interiorizadas. Siempre buscan su propio reflejo en el otro, que existe como un espejo. No se pueden amar y tampoco pueden amar a nadie.

Todas las cosas ó situaciones que crean una división son actitudes perversas.

El perverso narcisista, pero a diferencia de lo que le pasa al Dr. Jekyll, no se divide en dos. Busca una víctima con quien fusionarse y a quien le atribuye la cara oscura –Mr. Hyde-. Crea una relación esquizofrénica y cuando ya tiene la confianza en su víctima le hace creer que no puede confiar en ella. Cuando dice: “Eres una persona en quien no puedo confiar” es, precisamente, cuando la víctima no habría de confiar en él. Todos podemos tener una parte perversa, y es por eso que necesitamos gente de confianza a nuestro alrededor. Tener una meta en común con alguien es una señal inequívoca para confiar en ella. Saber si estás relacionándote con un perverso narcisista no es cuestión de tiempo, sino de distancia: si, es en la distancia justa donde lo veras actuar. Este es el motivo por el cual el perverso siempre quiere estar en fusión con la víctima y rechaza a terceras personas. Se relaciona casi siempre, a dos para así fortalecer su patrón de espejo y culpar al otro de todos sus defectos.




               

Mi cuerpo es mi templo,
Lo amo sin condiciones,
Y me permito expresar a través de él
La perfección de la
Presencia divina de Amor.
                                   Enseñanzas del Maestro El Morya

Ejercicio de Centramiento y Meditación.

 


  

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Entre el nacimiento y la muerte




“LA SITUACIÓN REAL NO ES COMPARABLE CON LA SENSACIÓN DE PELIGRO QUE TENGO”. Esta frase nos ayuda en momentos en que se dispara la memoria automática, nos coloca en la realidad de la situación presente.



                        
Entre el nacimiento y la muerte vivimos aquí en el mundo físico que conocemos gracias a nuestras percepciones sensoriales; si no fuera por nuestros órganos sensoriales no sabríamos nada de nuestra relación con el mundo físico. Esta relación, sin embargo, se pierde al pasar por el portal de la muerte, de manera que puede decirse que nuestra misión entre el nacimiento y la muerte es el conocimiento del mundo físico. Nos encarnamos en un cuerpo físico con la finalidad de conocer este mundo. Sin embargo, formamos parte no sólo del mundo físico, sino también de los mundos espirituales.

El mundo espiritual más próximo y, que linda en cierta manera con nuestro mundo físico, es el que acostumbramos a llamar el mundo etéreo o mundo elemental. El hombre que vive en el mundo físico desconoce ese otro mundo que constituye el primer mundo suprasensible. Pero por ser suprasensible no tiene menos importancia para el hombre que el mundo físico, el mundo sensible. Tan pronto como el hombre se le despierte el sentido de la percepción del mundo elemental, es decir al adquirir la capacidad de la percepción imaginativa, verá que el mundo elemental está tan poblado de seres como el mundo físico.

Durante toda la vida física entre el nacimiento y la muerte se está produciendo un continuo intercambio entre nuestros acompañantes elementales y nosotros mismos.

Después de atravesar el umbral de la muerte, el cuerpo etéreo es entregado al mundo elemental. Se deja atrás igual que un segundo cadáver. Sin embargo, no hay que creer que en el mundo elemental sea aniquilado a toda prisa. No es así, sino que se va disolviendo poco a poco. Esa disolución, sin embargo, ese tornarse cada vez más fino, no significa que no sea visible para los seres con capacidad de percepción imaginativa. Es perceptible, sobre todo, para el que haya franqueado el umbral de la muerte. El hombre se desprende de él y sigue su vida entre la muerte y el nuevo nacimiento, pero está en permanente contacto con su cuerpo etéreo abandonado. No sucede como con el cuerpo físico con el que el hombre pierde toda relación después de haberse desprendido de él. Con el cuerpo etéreo ocurre lo contrario: el hombre mantiene una relación con él; a través de él incluso puede establecer contacto con el mundo físico.

La persona que en el mundo físico alcance la percepción elemental, imaginativa, será capaz de estar en relación consciente con los difuntos a través de pensamientos mucho más sutiles que los normales, Esa es la unión consciente con los muertos. Lo que así se percibe de manera consciente, inconscientemente siempre está presente, si en la vida ha existido una relación entre el que permanece en el mundo físico y el que ascendió al mundo espiritual. Supongamos que hemos perdido por la muerte un ser querido. Lo sepamos o no –al que se le haya abierto la percepción imaginativa lo sabe- : el muerto ejerce su influencia introduciendo su voluntad en el cuerpo etéreo desprendido como en un espejo, podríamos decir, cuyos rayos nos alcanzan. El muerto influye a los vivos indirectamente por medio del cuerpo etéreo. Esa influencia se produce de manera mediata.

La manera característica de manifestarse esa influencia mediata se observa en los pensamientos que tenemos aquí en la tierra. Entre los pensamientos que tenemos aquí se mezclan continuamente otros más sutiles que no se perciben directamente.

…/… si comprendemos esto, seríamos infinitamente más tolerantes con las personas.

…/… en el interior de nuestras almas se están produciendo procesos muy complicados y los enigmas del alma humana son difíciles de comprender.

Extractos del libro “La comunicación entre los vivos y los muertos” de Rudolf Steiner.

¿Comprendéis ahora la necesidad de hacer consciencia y cortar con las personas que han fallecido en nuestra familia?



          

Estoy más allá de todos los roles
Yo Soy el que Soy
Soy consciente

 La iniciación en lo cotidiano – Maestro El Morya -

Ejercicio de Centramiento y Meditación.