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Núria Argany te ofrece la posibilidad de conectar con tu esencia, lo que verdaderamente eres, haciéndote consciente de tu personaje, reconociendo tus proyecciones y resistencias a través de técnicas-terapias corporales, psicológicas y energéticas, recobrando el equilibrio, la armonía y la paz interior.

Núria Argany se ha formado a través de:

Seitai, Meditación Zen, Psicología, Terapias Naturales y Energéticas, Preparación al Parto Consciente, Ito-Termi, Sueños, Oligoelementos, Dietética, Formas-Pensamientos, Regresiones, RMF-Balacing, Tachyon, Ataraxia, Curación Cuántica, y Reconnective Healing.



miércoles, 21 de marzo de 2018

Las percepciones sensoriales del niño



Casi todos los recuerdos genuinos que tenemos de nuestra infancia tienen que ver con percepciones sensoriales. Esas vivencias a través de los sentidos son prácticamente los únicos registros confiables que tenemos respecto a lo que nos sucedió. Los recuerdos mentales habitualmente están tergiversados, ya que se han estructurado en nuestros estantes de pensamiento según quién haya nombrado los hechos durante nuestra infancia. En cambio, lo que sucedió y fue plasmado a través de algún sentido, una sensación, un miedo, un anhelo, un olor, un disgusto, un placer, una rabia o un dolor… eso, quedó grabado en nuestro interior. Apenas olemos un perfume que tiene relación con cualquier momento de nuestra vida, esa aroma nos conduce literalmente a ese instante, a la intensidad de un encuentro, a ese descubrimiento o a esa escena especial. Pasa lo mismo cuando regresamos a un sitio, una casa, un jardín, un rincón, un monte, un pasillo o la sombra de un árbol que nos retrotraen con total claridad a una vivencia personal, que no ha sido traducida ni interpretada por el discurso de nadie, ni siquiera por el propio. Podemos decir que los recuerdos sensoriales son verdaderos y, por tanto confiables. No hay tergiversación ni equívoco. En cambio, las palabras nombradas por alguien externo o por nosotros mismos, intentando una interpretación desapegada de eso que estamos sintiendo, suelen ser falsas.

Ahora bien, si pretendemos borrar todo acercamiento sensorial, es decir, toda realidad mediatizada por el cuerpo, y nos quedamos solo con aquello que la mente ha podido organizar, como mínimo vamos a reducir notablemente el acceso a la información sobre nuestras experiencias reales en el pasado. Las personas somos, vivimos, nos comunicamos, amamos y transcendemos a través del cuerpo y de la totalidad de pulsaciones, ritmos, emociones y percepciones auditivas, táctiles, olfativas, musicales, cromáticas, energéticas y vibratorias. Negarlas o rigidizarlas opera en contra de la totalidad de nuestro ser. (Laura Gutman: Amor o dominación. Los estragos del patriarcado).


                                    




¿Recordamos…? ¿Qué sentíamos, deseamos?

Hoy nuestro encuentro coincide con el Equinoccio de Primavera, 20 de marzo y se  inicia es a las 16,15 h.

El equinoccio se refiere a un evento astronómico que pasa dos veces al año, el 21 de marzo y el 21 de septiembre.

Cuando ocurre el equinoccio los dos polos de la tierra se encuentran a igual distancia del sol, cayendo la luz solar por igual en ambos hemisferios.

               



Es ese momento del año en que el día y la noche tienen igual duración en todos los puntos del planeta, excepto en los polos. Sucede el cambio de estación anual contraria en cada hemisferio de la tierra, o sea, se inicia la primavera en el norte y el otoño en el sur. El sol pasa del sur al norte, de polaridad negativa a positiva.



Se trata de una renovación de la naturaleza. En primavera alberga esperanza de resurgimiento, los campos se llenan de flores, los árboles renacen, se celebra la Pascua. Tiene un significado de fertilidad que muchas culturas han transmitido durante siglos en armonía con la naturaleza.
 


¿Por qué es tan especial esta fecha? Porque marca el inicio de la renovación o regeneración. Símbolo de transformación: engendrar, continuar la vida.

Después vamos hacer un pequeño ritual de purificación.

Silencio/Meditación.



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