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Núria Argany te ofrece la posibilidad de conectar con tu esencia, lo que verdaderamente eres, haciéndote consciente de tu personaje, reconociendo tus proyecciones y resistencias a través de técnicas-terapias corporales, psicológicas y energéticas, recobrando el equilibrio, la armonía y la paz interior.

Núria Argany se ha formado a través de:

Seitai, Meditación Zen, Psicología, Terapias Naturales y Energéticas, Preparación al Parto Consciente, Ito-Termi, Sueños, Oligoelementos, Dietética, Formas-Pensamientos, Regresiones, RMF-Balacing, Tachyon, Ataraxia, Curación Cuántica, y Reconnective Healing.



viernes, 6 de abril de 2018

¿Qué nos hace despertarnos por la mañana?


¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Qué nos hace despertarnos por la mañana? ¿Qué nos mueve?

¿Cómo lleváis la investigación sobre vuestro personaje?

                 
La mente es incapaz para la tarea de descubrir qué hay más allá de los símbolos. La mente es incapaz de averiguar nada, salvo por medio de los órganos de los sentidos, y del almacén de la memoria. La mente tiene que remitirse a los sentidos o a la memoria. La mente no puede funcionar de ningún otro modo, salvo de estos dos modos y estos dos modos están ligados a los símbolos. Quitemos el símbolo, quitemos las palabras, y la mente no podrá pensar. ¿Podría pensar persona alguna sin palabras? Ni siquiera podemos hablar sin palabras. Por eso, transcender las fronteras de nuestra psiquis no puede ser en un acto de la mente. No puede ser un acto de la voluntad. Lo único que podemos hacer es dejar a la mente con todo su talento y toda su capacidad intactos, en suspenso. Con el cese de la actividad mental, las reacciones tocan a su fin y las puertas se abren hacia la acción real. No es fácil vivir con humildad. La mente, embaucadora y creadora de ilusiones, quiere fisgonear por todos lados, deformar y retorcer la respuesta según la conveniencia del ego. El contenido mismo de la consciencia se convierte en la esclavitud. A veces llegamos a la periferia y, por un instante, le damos una mano a otra persona. Eso no es encontrarse con una persona. Por eso es que no hay relaciones verdaderas. Hay casas, pero poquísimos hogares. Hay intercambios verbales, pero poquísimas relaciones. Hay ajustes de relaciones recíprocas, pero poquísimas amistades. Ese es el mundo en el que hoy día vivimos. Por eso, cuando estamos en la humildad y la inocencia, percibimos de antemano todas tretas malignas del ego. Entonces, esa mirada inocente podrá percibir concretamente qué ser humano es.

 
                           
Silencio/Meditación.
Núria Argany



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