Este diseño es un anagrama ancestral de la Mente.
En la medida en que vivamos engañados, no nos cuestionaremos
nada. Hasta que no descubramos nuestros sentimientos, lo que vivimos en la
niñez estamos abocados a buscar siempre algo a alguien que nos diga lo que
tenemos que hacer y así nunca seremos verdaderamente libres.
No estamos acostumbrados a formularnos preguntas abiertas
para entrenarnos en el pensamiento libre, autónomo o creativo, en la actualidad
nos conformamos con las verdades establecidas porque así nos sentimos más
seguros y tranquilos.
Reflexionemos en todas las cosas que hacemos si es por
decisión propia o porque lo dice alguna persona, estamento, publicidad, etc. Si
somos honestos con nosotros mismos descubriremos que hay muy pocas cosas que
hemos decidido libremente sin dejarnos influir por algún tipo de información,
persona, estamento… Necesitamos investigar para llegar a nuestra verdad.
El ser humano es un misterio. No sabemos como uno puede
animarse a decir: “Conozco a mi marido, o a mi mujer”. Estos son entes
dinámicos, móviles. No se parecen a sillas, mesas y paredes, que son estáticas.
Todo ser humano, con una potencialidad tremenda e infinita de divinización, es
un misterio.
Tenemos la arrogancia de juzgar a los demás. El hábito de
juzgar y comparar a los demás, de tratar de modelarlos según la conveniencia de
nuestro ego, es lo que bloquea la corriente del amor que es la esencia de la
humanidad. No hemos logrado adquirir el amor desde algún sitio exterior.
Estamos hechos de amor. La esencia de nuestra vida es el amor. Pero bloqueamos
el camino del amor de todos modos posibles. Entonces, vivimos en la aflicción.
Vivimos en el dolor. Cuando no tengamos la arrogancia de juzgar, comparar y
evaluar a los demás, cuando tratemos de comprender lo que el otro dice,
entonces, veremos qué natural y lógicamente se reducirá gran parte de las
tensiones de las relaciones humanas. No
tienen justificación las tensiones que experimentamos, los suspensos, los
nerviosismos y las depresiones que padecemos. Todos los vicios y todas las
debilidades de los seres humanos se iluminarán en el torrente de la
comprensión. Una persona mal ajustada con la totalidad de sí mismo crea
perturbación. Se comporta mal. Insulta. Se irrita, se enoja. El enojo, la
irritación, la envidia y los celos, indican fricción con uno mismo, conflicto
con uno mismo. Por eso, la respuesta no será la que surja de la ira, sino que
la respuesta exhalará compasión hacia esa persona.
Silencio/Meditación
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