Hemos entrado en el año 2016 con las promesas de cambios sociales/políticos, así como los nuevos propósitos personales. ¿Qué significa esto? Significa que después del diseño del programa lo hemos de poner en práctica. Esto ocurre en todos los ámbitos, tanto sociales, políticos, culturales y personales.
Cuando dibujamos y pensamos los proyectos nos acompañan la ilusión, la alegraia y muchas veces el entusiasmo, estamos creando algo nuevo y nos olvidamos del personaje. La dificultad se encuentra en la práctica, aparecen las resistencias, los miedos, las comodidades en abandonar la zona de confort y tendemos a olvidarnos de los proyectos en lugar de mantenernos en ellos porque no nos damos cuenta de que volvemos a estar funcionando con la personalidad, nos desconectamos de la creación y el deseo de cambio.
Este es el reto que nos plantea esta situación: nuestras ganas de cambio y los hábitos adquiridos. La sugerencia es la atención constante a nuestros pensamientos, emociones y acciones. Mantenernos en lo nuevo y soltar lo adquirido, ya lo hemos aprendido y no tenemos necesidad de repetir las mismas experiencias.
¿Recordáis la posibilidad de colocar una nota en la puerta de la nevera para tenerlo presente durante todo el tiempo?
Uno de los cambios ocurridos últimamente es uno que nos ha traido la vida: este lapsus de tiempo sin encontrarnos, este tiempo sin diálogo. ¿Cómo lo habéis vivido? ¿Qué nuevos descubrimientos? ¿Qué añoranzas? ¿Qué resistencias en aceptar la nueva situación? ¿Qué beneficios?
Estas preguntas y otras también me las he hecho a mí misma y la verdad es que a pesar de las dificultades físicas, así como el dolor, el resultado en conciencia es positivo para mí.
En primer lugar aceptar la importancia de la atención en estos momentos. No podemos distraernos en ningún instante y cuando sentimos cansancio es necesario parar de inmediato. Estar presentes en nuestro cuerpo, protegernos y conectarnos a la tierra.
La aceptación de la dualidad en la manifestación de las energías, cuesta pero es verdad. Creía que lo había aceptado pero no lo había hecho en su totalidad.
También he comprendido que existen los impulsos emanados por el alma para despertar a nuestro propio ser, al asustarnos por no reconocer sus emanaciones nos pueden provocar distorsiones en nuestros cuerpos físicos y sutiles. Todo lo que nos ocurre tiene un sentido aunque en principio no lo sepamos reconocer.
Un trabajo con mi ego de paciencia, humildad, gratitud; aprendiendo a pedir, aceptando al otro no es su personalidad sino en su esencia y su buena intención.
Comprendiendo que en la fragilidad es cuando permitimos a los demás manifestar sus cualidades más ocultas y con ello quiero decir su gran capacidad de amar.
Confirmar que la idea de soledad y separación es una gran falacia. El hecho en sí negativo me ha permitido que se acercaran familiares y amigos con quienes no contaba, confirmando la gran verdad que todos formamos una unidad.
Darme cuenta que las memorias corporales no sólo pertenecen a mi experiencia de vida sino también a la de las otras personas. Es una cuestión de atracción por vibración.
Comprender esta danza de la vida hecha de sinergias que nos invitan a bailar un compás inesperado pero lleno de sutilezas para crear este baile único y compartido.
Todas estas reflexiones y quizás otras no son nuevas, sólo han sido una paso más de profundidad en las experiencias. Os las comparto por si pueden ser de alguna utilidad y espero que el reencuentro, en principio previsto para la primera semana de febrero, el próximo lunes día 1 nos reconozcamos, celebremos y participemos en esta nueva fase del camino.
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS por compartir, por vuestra ayuda y por estar ahí. Sin vuestra presencia no habría podido vivir esta experiencia.
El árbol parece estar solo porque la niebla no le permite ver el resto de los árboles, vegetación y energías que lo acompañan: ¿Recordáis la foto del principio?
¿Quién conoce esa alegria que surge cuando se hace la pregunta "¿Quién soy yo?" y no encuentra nada?
Mooji - El latido de lo absoluto -
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