Siguiendo con el tema de la semana pasada…
Cuando emitimos un juicio o crítica ¿qué esconde detrás? Celos, envidia, creencias rígidas, orgullo…
Reflexionemos en profundidad. ¿Qué
necesidad tenemos de emitir un juicio? Desvalorizar al otro, pensar que yo
tengo razón, que soy mejor…
Cuando estamos conectados con el corazón no hay separación,
sólo hay amor, compasión. Si comprendemos al otro de verdad, significa que nos
conocemos profundamente y si es así no hay necesidad de comparación, de
demostrar nada, sólo surge el Silencio profundo de la comprensión y escuchamos
atentamente, y surge la compasión. Todo
lo demás es el personaje, el ego, la mente, como le queramos nombrar.
Todos estos trabajos de observación nos sirven para
conocernos en profundidad y hacer conciencia poco a poco de nuestra realidad
interna en cada momento. Es tan fácil la desconexión, cómo yo estoy haciendo
muchas cosas dentro del mundo espiritual,
me creo inconscientemente mejor, más elevada y miro al otro con cierto
menosprecio, aunque pensemos que no es cierto que esto es muy fuerte:
reflexionar, reflexionar, reflexionar… de lo contrario no tomaría una actitud
de superioridad, no haría mohines, etc.
Cuando estamos centrados, recordáis: todo está bien, no hay
separación, formo parte del todo y todo es una oportunidad de aprendizaje, de
conciencia. No hay que negar nada, ni nuestras emociones, ni nuestros
pensamientos, ni nuestras sensaciones. Hemos de aceptarnos totalmente, dejar de
mostrar lo que no soy, ser valientes, humildemente entregarnos a la vida y
fluir, fluir, fluir y agradecer la gran oportunidad que tenemos de estar aquí
aprendiendo, sirviendo a este gran plan del cambio de conciencia.
La polarización nos hace débiles, somos fácilmente
manejables, se pone de manifiesto la emoción, la inseguridad, la rigidez y el
orgullo.
Meditación/Silencio.
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