Edgar Allan Poe
Toma este beso en tu frente
Y, ahora despidiéndome de ti,
Así mucho tengo que confesar—
No está equivocado, quien estima
Que mis días han sido un sueño;
Aún si la esperanza se ha volado
En una noche, o en un día,
En una visión, o en ninguna,
¿Es por eso menor la ida?
Todo lo que vemos o parecemos
Es solo un sueño dentro de un sueño.
Así mucho tengo que confesar—
No está equivocado, quien estima
Que mis días han sido un sueño;
Aún si la esperanza se ha volado
En una noche, o en un día,
En una visión, o en ninguna,
¿Es por eso menor la ida?
Todo lo que vemos o parecemos
Es solo un sueño dentro de un sueño.
Me paro entre el rugido
De una orilla atormentada por las olas,
Y tengo dentro de mi mano
Granos de la dorada arena—
¡Cuán pocos! aun como se arrastran
A través de mis dedos a lo profundo,
Mientras lloro-¡mientras lloro!
¡Oh Dios! ¿no puedo asirlos
Con más fuerza?
¡Oh Dios! ¿no puedo salvar
Uno de la despiadada ola?
¿Es todo lo que vemos o parecemos
Solo un sueño dentro de un sueño?
De una orilla atormentada por las olas,
Y tengo dentro de mi mano
Granos de la dorada arena—
¡Cuán pocos! aun como se arrastran
A través de mis dedos a lo profundo,
Mientras lloro-¡mientras lloro!
¡Oh Dios! ¿no puedo asirlos
Con más fuerza?
¡Oh Dios! ¿no puedo salvar
Uno de la despiadada ola?
¿Es todo lo que vemos o parecemos
Solo un sueño dentro de un sueño?
…Tendré que dejar de ver tantos programas de
televisión… ¡Últimamente, entre sueño y sueño, me sale publicidad!
Perich
Mientras soñamos, la información proviene de la memoria y no
del exterior; los modelos creados se basan entonces en nuestras expectativas y
perjuicios sobre el mundo. Lo que de día es una percepción distorsionada por
las expectativas, de noche es una imagen metafórica, dramática y exagerada que
muestra cómo nos sentimos ante un objeto, persona o circunstancia.
Soñar nos permite aprender a comportarnos en situaciones
nuevas. Cuando se nos presenta un conflicto que no sabemos resolver, soñamos
con él hasta que encontramos mecanismos para afrontarlos adecuadamente. A pesar
de la indefensión de la parálisis y del desgaste energético que produce el
sueño REM, la evolución nos ha dotado de esta capacidad por ser un instrumento
mental de entrenamiento y simulación de la realidad, necesario para la
supervivencia en un mundo cambiante y complejo. La evolución nos ha dado un
taller nocturno de resolución de conflictos: los sueños.
Los tres estados de conciencia a los que la ciencia actual
conoce como estado despierto, sueño REM o paradójico, y sueño ortodoxo o SOL
(Sueño de Ondas Lentas). Por la noche, cada noventa minutos, tenemos un nuevo
ciclo de sueño en el que, por término medio, los primeros setenta minutos son
de sueño SOL (superficial, sería como sacar el pie del acelerador y empezar a
relajar) y loa veinte de sueño REM. En éste aparecen los sueños, actividad
intensa y rápida de la corteza cerebral acompañada de una parálisis muscular.
Así mismo los movimientos rápidos de los ojos. Se desencadena cada 90 minutos
(ritmo ultradiano), el locus cerúleos o Lugar Azul de la protuberancia. Un
minuto antes de empezar el período de sueño, este núcleo cerebral da la orden
mediante unas descargas que “iluminan la pantalla de cine” de la corteza
cerebral occipital.
Del Lugar Azul salen tres fascículos: 1) “Cámara, Acción” o
la noradrenalina (Sistema Reticular), 2) Un argumento emocionante emocionante
(Corteza Cerebral) y 3) ¡No hay que correr peligro, sólo es una película! (Área
Prefrontal).
La actitud de intentar comprender algo que ocurre y buscar
una reacción adecuada es el nivel cognitivo más alto; la acción intencional y
libre. Ésta permite distanciarse de la situación y reflexionar sobre posibles
métodos alternativos de acción, permite romper la compulsión del hábito
emotivo, realizar una acción deliberada en concordancia con un ideal, con un
objetivo, y responder creativamente… ¡Tanto en la vigilia como en el sueño!
El sueño lucido no es una mera anomalía del estado onírico
sino una poderosa “función adaptadora”, el producto más avanzado de millones de
años de evolución biológica. Dormimos para soñar y soñamos para aprender a
vivir de una forma cada vez más consciente y libre. Cada vez que en sueños nos
damos cuenta de que estamos soñando, damos un paso en el territorio desconocido
del futuro de la humanidad.
Un sueño lúcido es una
experiencia que demuestra claramente el hecho extraordinario de que el mundo
que vemos en un momento dado puede ser una construcción de nuestra mente.
Este concepto tan difícil de aceptar es el punto clave de
todas las místicas que en el mundo han existido. El sueño lúcido puede hacer
que nos planteemos muchas preguntas, aunque nuestro interés en la lucidez sea
mundano. Por otra parte, la lucidez en sí misma, como estado de conciencia, nos
puede encaminar a las llamadas “experiencias transpersonales”.
Un libro muy
interesante sobre este tema de los sueños es El yoga de los sueños de Namkai
Norbu que nos ofrece instrucciones para desarrollar la claridad mental en la
vigilia, el dormir y el soñar. Para el Dzogehen la vida es realmente un sueño.
En su búsqueda de la iluminación es fundamental atravesar la etapa de trabajo
con los sueños lúcidos, aunque teniendo presente que lo importante de los
sueños es dejar de tenerlos. Según el yoga tibetano del sueño, para llegar a
disolver los sueños hace falta no apegarse a ellos ni de día ni de noche y
considerarlos carentes de realidad.
Los comentarios anteriores han sido sacados del
libro El sueño lúcido de la Dra. Consuelo Barea. Está agotado. Lo van a
reeditar.
En los sueños todos los personajes que salen son partes de
nosotros mismos, el inconsciente nos envía los mensajes mediante personas que
podemos identificar más fácilmente para reconocer aquellas partes que nos
ignoramos. Cada sueño nos aporta información de nuestro inconsciente, del
momento que estamos viviendo y de acuerdo con lo que podemos afrontar. Cuando
un problema no lo hemos resuelto, cuando no hemos acabado de “digerir” una
situación, aunque sea del pasado y ya no se pueda cambiar la realidad, cuando
no hemos aceptado o integrado partes de nosotros mismos, cuando no permitimos
que aflore un deseo, los sueños nos presentan todo esto en forma de historias
increíbles en las que nos enfrentamos al conflicto una y otra vez hasta
resolverlo. Igual sucede con imágenes repetidas o secuencias cortas… es un aviso de que hay algo que necesito
hacer consciente.
El sueño es un regalo para nuestro trabajo y proceso
personal, sólo nos pide lo mismo que en la vigilia, atención, observación y
conciencia.
¿Recuerdas tus sueños? ¿Sueñas en blanco y
negro o en color? ¿Cómo es tu mundo onírico? ¿Qué conflicto principal hay en
tus sueños? ¿Qué obstáculos encuentras en el camino? ¿Cómo te sientes al
despertar?
El cine nos habla de los sueños, películas como Abre los ojos, Matrix y Origen nos hablan del funcionamiento
de la mente onírica con mucha más precisión que los tratados sobre sueños. En
estas películas de ciencia-ficción el protagonista descubre que en realidad está
soñando o en el tercer caso prefiere quedarse en una situación creada por él
mismo.
En cuanto a la muerte ¿Qué es?
¿Un paso intermedio? ¿La desaparición del cuerpo físico? ¿Otro estado de
conciencia?
Mircea Eliade soñó:
“Me vi a mi mismo en el Ganges, un bote que yo conocía muy bien me esperaba
para llevarme al otro lado. Cuando estuve en el bote ya no lo reconocía. Atado
a él, a su lado había otro bote en el que yo no había reparado al principio, y
del que no podía distinguir ni las formas ni las dimensiones.
Casi sin darme cuenta, pasé de mi bote al otro bote
misterioso. De repente comprendí; todo se hizo extraordinariamente claro y
simple, todo: la vida, la muerte, el significado de la existencia. Incluso
mayor que esta revelación fue mi sorpresa: ¿Cómo nadie en la tierra había
entendido antes todavía esto, tan simple? La muerte, eso era la cosa
extraordinariamente simple y obvia. Tuve entonces la sensación de que se me
había comunicado un mensaje, sobre la obviedad y simplicidad del más allá de la
muerte, que yo tenía que recordar y comunicar a las otras personas. Me desperté
con esa idea en mi mente: no olvides lo que has visto. Un segundo después lo
olvidaba”.
Rendirse a lo que consideres sagrado es lo más importante
para disfrutar de la vida. Para cada persona es distinto el concepto de lo
sagrado: un agnóstico puede creer en la vida, un budista en su naturaleza
propia y un cristiano en Cristo. ¿Hay para ti algo
sagrado? Tanto en los sueños, la meditación, la vida y la muertes la clave es
la entrega/rendirse.
Los grandes maestros nos hablan: Ramana Maharshi “En
realidad, lo que se llama mundo no es más que pensamiento. No se obtendrá la
realización del Ser mientras el mundo se siga considerando real. Cuando la
mente, que es la causa de todo el conocimiento y de todas las acciones, se
aquiete, el mundo desparecerá”.
Castaneda: “El tonal es completamente todo lo que somos.
¡Nombra cualquier cosa! El tonal es todo eso para lo cual tenemos palabras. Y
como el tonal está hecho de sus propios hechos, todas las cosas, por lo visto,
tienen que caer bajo su dominio…”. (Relatos de Poder).
Recuerda: Vida y muerte es una misma cosa. Para vivir
plenamente sólo necesitamos aceptarnos como somos, entregarnos y rendirnos al
absoluto.
¿La vida es un sueño? ¿La vida es un sueño
dentro de un sueño? ¿Dónde se encuentra la realidad, en la vigilia ó el soñar?
¿Dónde vivimos en total consciencia?
El
infinito parece tan interminable; seguro que me pierdo en él.
Sólo
puedes perderte si eres una forma. Las formas se perciben en ti… lo sin forma.
Si eres
lo que no tiene forma, ¿dónde podrías perderte exactamente cuándo careces de
límites?
Mooji – El latido de lo absoluto -
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